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Patrimonio

El paseo de Mata de Reus, entre recuerdos y olvidos

El Reus Ocult permite descubrir, en su undécima edición, la transformación del paseo de Mata y la historia de una decena de espacios

Un momento de una de las visitas de Reus Ocult al paseo de Mata

Un momento de una de las visitas de Reus Ocult al paseo de MataGerard Marti Roig

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El paseo de los Seminarios se urbanizó a principios del siglo XIX. En medio de plátanos, era el lugar de moda para deambular sin preocupaciones y serviría de enlace con la Boca de la Mina. En 1882, adoptaría su terminología actual, el paseo de Mata, en homenaje al médico Pere Mata. Delimitado por el actual cinturón de hierro de las vías del tren, fue uno de los espacios que fueron redescubiertos con el Reus Ocult, una iniciativa de puesta en relieve del patrimonio que este fin de semana ha celebrado su undécima edición y que ha permitido recorrir una docena de lugares.

El seminario que en origen le dio nombre fue ideado bajo la regla de San Vicente de Paúl en 1745. Fue abandonado en 1834, momento en que pasó a manos del Ayuntamiento de Reus y reconvertido en la Casa de la Caridad. No obstante, las bombas de la Guerra Civil provocaron que, de aquella construcción, sólo quede el recuerdo. Los terrenos fueron aprovechados para alzar el cuartel de la Guardia Civil, la Casa dels Mestres y la Residència de Gent Gran de Reus, la ICASS.

Grupos de personas paseando por el paseo de Mata en torno al año 1900.

Grupos de personas paseando por el paseo de Mata en torno al año 1900.Arxiu Històric de l’Agrupació Fotogràfica de Reus/Fototipia Thomas/Gerard Martí

Hoy día, el paseo de Mata es pisado para ir a coger el tren —la estación de los Directos fue construida en 1884— o a disfrutar de la noche. La Fábrica, actual referente del ocio, fue, en efecto, una fábrica. Creada por Jaume Pahí, se dedicaba a la preparación de vinos, bebidas refrescantes y productos farmacéuticos. En 1909, el propietario cerró un acuerdo con una sociedad alemana, que envió como delegado a Emili Weger. Conocida con el sobrenombre popular de Fábrica de los alemanes, la chimenea cilíndrica, quebrada por un rayo en el 2015, hizo crecer el rumor de que habría servido de antena para emitir durante la Primera Guerra Mundial.

En el sector de los recuerdos y olvidos quedaron los Jardines del Euterpe, de los cuales muy poca documentación se conserva. Serían diseñados como espacios de verano de recreo y cultura de la Coral Jove del Centre de Lectura y debían el nombre a la musa griega de la música. Inaugurados en 1862, se llevaban a término funciones como bailes, conciertos y fuegos artificiales. También, espectáculos circenses, como la aparición de los elefantes Delhi y Zara. Los jardines fueron derribados en 1886 para construir la estación ferroviaria del paseo, de la línea Madrid-Barcelona. Para rememorar la importancia ferroviaria del entorno, la visita acababa en el local de la Asociación de Amigos del Ferrocarril, donde se conserva un vagón del antiguo Carrilet.

Para acabar la ruta, se pudo ver un vagón de segunda clase del Carrilet.

Para acabar la ruta, se pudo ver un vagón de segunda clase del Carrilet.Diari Més

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