Comercio
La histórica bodega de Reus que baja la persiana tras 70 años: solo un traspaso podría salvarla
El negocio cerrará definitivamente el próximo 31 de diciembre si no se consigue concertar un traspaso

Marc Niubó cogió las riendas del negocio en el 2014.
La Bodega La Parra ha celebrado 70 años en Reus este 2025. El actual gerente, Marc Niubó, cogió las riendas del histórico negocio del Raval de Santa Anna hace más de una década. Proveniente del sector industrial, se lanzó a la aventura. Ha habido momentos complicados, sin embargo «con esfuerzo, dedicación, ganas, especializándose, estudiando y aprendiendo del oficio, vas saliendo adelante».
Meses atrás, Niubó recibió una propuesta de trabajo, una «oportunidad de crecer laboralmente», que no podía rechazar. Decidió mantener abierta la tienda aunque sólo fuera los sábados, empujado por el apoyo del vecindario y la clientela, y con la voluntad de traspasar la actividad para que no desapareciera. No ha sido posible. El 31 de diciembre del 2025, La Parra bajará la persiana definitivamente.
Baix Penedès
El pueblo de Tarragona perfecto para disfrutar de una jubilación dorada
Daniel Cabezas Ramírez
«Mi sueño sería que no se perdiera un comercio histórico de Reus», se sincera el gerente. Todavía hay tiempo: «Si aparece alguien con ganas, hablamos y a ver qué se puede hacer». Quiere «ponerlo fácil». Y es que aunque la trayectoria de la bodega se remonta a 1955, son 70 años «que conozcamos», dado que «tenía clientes de edad avanzada, como de 94 años, que antes de la pandemia me decían que cuando eran pequeños venían aquí a buscar las barras de hielo, la leche envasada, el yogur».
«Tiene mucho recorrido este negocio», explica Niubó. Hasta ahora ha contactado gente interesada, «pero no se ha acabado de concretar». «La ilusión es que no se pierda», añade. El traspaso facilitaría el mantenimiento del negocio y «después de que cada uno se lo adapte como quiera». Fue el 12 de febrero del 2014, por la tarde, que el sumiller subió por primera vez la persiana de la bodega.
Intentó no alterar mucho la esencia original y actualizó a los nuevos tiempos. «Yo no venía de este sector y la oportunidad me llegó un poquito por casualidad», explica. El mundo del vino nunca había sido de su interés, si bien siempre había estado «presente en casa». «Me lo estuve mirando y decidimos sacarlo adelante», relata. Ha impulsado catas, ha servido en el sector de la restauración, ha enviado licores a «todas partes de España prácticamente». «La valoración es muy positiva», afirma.
Conca de Barberà
El pueblo de Tarragona que más población pierde: cae un 8% y ahora solo tiene 149 habitantes
Daniel Cabezas Ramírez
Los vecinos del barrio y los clientes habituales enseguida lo recibieron con los brazos abiertos, hasta el punto que, cuando les comunicó que había recibido una oferta laboral en una bodega, el clamor unánime era que «no nos puedes dejar así, tienes que hacer algo».
Se comprometieron que, si abría los sábados por la mañana, responderían. Y «prácticamente todo el mundo ha venido». Con una jornada reducida, ya era bastante para cubrir los gastos y pagar a los proveedores, «pero llega un momento que te tienes que centrar en un trabajo y avanzar laboralmente». «El deseo es que alguien lo siga», concluye.