Patrimonio
El depósito de agua de Domènech i Roura
El dipòsit Vell, obra atribuida durante años de manera errónea a Pere Caselles, ha sido reparado por Aguas de Reus

Fotografía actual del dipòsit Vell después de las obras de reparación
Aguas de Reus ha llevado a cabo en los últimos meses las obras de reparación del ‘dipòsit Vell’ de agua, una obra modernista proyectada el año 1929 y de gran valor patrimonial. Los trabajos que se han llevado a cabo han consistido en la reparación y conservación de los revestimientos, cierres y solera de un espacio que permite almacenar hasta 12.000 metros cúbicos de agua y forma parte del sistema de depósito que garantizan la continuidad de suministro de agua de la ciudad.
Una obra, sin embargo, que guarda mucha historia más allá de su funcionalidad, ya que se convierte en una de las piezas modernistas menos conocidas de la ciudad. Empezando por su autoría, que hasta hace relativamente poco se acreditaba a Pere Caselles, arquitecto reusense. «Investigando en el Archivo encontré un expediente en que estaba el proyecto original del depósito, y este está firmado por el arquitecto Pere Domènech i Roura, hijo de Lluís Domènech i Montaner», afirma el arquitecto Anton Pàmies.
Desde la década de 1910, Domènech Roura ayudaba a su padre en el trabajo como arquitecto y, a través de aquí, cogió buena relación con Pau Bartolí Barberà, contratista local. «El Ayuntamiento convocó un concurso para hacer el depósito regulador del agua de Reus, ya que la escasez de agua siempre ha sido un tema importante aquí. Entonces Pere Domènech y Pau Bartolí decidieron presentarse juntos con su propuesta y ganaron el concurso en diciembre de 1931», explica Pàmies. La propuesta ganadora se basaba en una estructura hecha con pilares y pavimento de hormigón armado, por la cubierta se hizo uso de la técnica vuelta catalana, un sistema hecho con arcos de ladrillos, y finalmente se cubrió con medio metro de tierra y césped como aislante térmico. «Aquí, hasta que no se hizo el trasvase del Ebro, llegaba el agua de la mina y del pantano de Riudecanyes», añade el arquitecto reusense.
Por otra parte, Pere Caselles, fue arquitecto municipal de la ciudad hasta finales del año 1929, momento en que fue sustituido por Antoni Sardà Moltó, que fue quien asumió la supervisión general de las obras del depósito. El motivo por el cual popularmente esta obra se atribuía hasta hace poco a Caselles es desconocido, pero Anton Pàmies teoriza que quizás el hecho de que este hubiera proyectado los grupos de filtraje del agua de la Boca de la Mina hizo que se generara esta confusión.
Una visita única
El dipòsit Vell volverá a entrar en funcionamiento en poco tiempo cuando las obras se den por terminadas finalmente y, por lo tanto, volverá a quedar lleno de agua. Por este motivo, y aprovechando el Reus Ocult que se celebró el pasado fin de semana del 4 y 5 de octubre, unos cuantos afortunados disfrutaron de la ocasión de visitar este espacio ubicado en la calle de la Bassa del bacallà número 4.

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