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El pueblo de Tarragona donde no se puede entrar al centro en coche y aún se cruza el río en barca
Este municipio esconde paisajes de cuento y casas colgantes en uno de los rincones más bonitos de España

Imagen de Miravet.
En el corazón de la Ribera d’Ebre, Miravet es uno de los pueblos más singulares de Tarragona. Famoso por su espectacular castillo templario y sus casas colgadas sobre el río Ebro, este enclave conserva una tradición única, ya que dispone de un paso fluvial sin motor que sigue en funcionamiento, el último de este tipo en Cataluña.
Además, en su centro histórico no están permitidos los coches. El acceso más emblemático se realiza desde la otra orilla del Ebro, a través del llamado pas de barca. Esta barca se desplaza gracias a la corriente del río y a un sistema de cables guía, lo que permite cruzar de forma estable y segura. Aunque se puede llegar en coche a las afueras del pueblo y aparcar allí, para recorrer su casco antiguo solo queda una opción, caminar.

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El centro de Miravet mantiene su trazado medieval, con calles estrechas que llevan hasta la cima del promontorio rocoso. Allí se alza el castillo templario, uno de los mejor conservados de Europa, que domina visualmente el entorno y ofrece unas vistas espectaculares del meandro del Ebro y los campos de la Ribera.
Más allá del castillo, Miravet conserva rincones llenos de historia, desde pequeñas plazas empedradas hasta antiguas casas colgadas que miran al río. En este laberinto de piedra se respira todavía la memoria de la Guerra Civil, ya que aquí tuvo lugar uno de los episodios más cruentos de la Batalla del Ebro.

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El pueblo también es conocido por su tradición alfarera y su entorno natural, ideal para senderismo o rutas en bicicleta. Pasear por sus calles sin coches, cruzar el río como se hacía hace siglos o simplemente sentarse a mirar el agua fluir son algunos de los pequeños placeres que ofrece este rincón del sur de Tarragona.