Sociedad
Parece Marte, pero es Tarragona: la ruta ideal para hacer en familia que finaliza en una cueva
La ruta atraviesa un entorno natural que parece sacado de una película de ciencia ficción

La ruta finaliza en la Roca Foradada, una cueva habitada desde la prehistoria.
En pleno corazón de Mont-roig del Camp, el Pla de l’Areny ofrece una de las experiencias senderistas más sorprendentes de la provincia de Tarragona. Esta ruta deslumbra por su singularidad geológica, un paisaje dominado por formaciones de roca rojiza, moldeadas hace millones de años, que remiten más al planeta Marte que al litoral mediterráneo. Este itinerario, accesible y señalizado, se ha consolidado como una de las mejores opciones para disfrutar en familia.
El sendero atraviesa un entorno natural que parece sacado de una película de ciencia ficción. Agujas de piedra, cortados escarpados y formaciones erosionadas por el viento y el agua dibujan un escenario espectacular, que sorprende tanto por su colorido como por su valor ecológico. De hecho, la abundante presencia de líquenes en la zona es un indicador de su buena calidad ambiental. Además del espectáculo visual, la ruta ofrece una inmersión en la historia milenaria del territorio, ya que culmina en la Roca Foradada, una cueva habitada desde la prehistoria.

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El Pla de l’Areny es también un tesoro geológico. Su peculiar color rojo se debe a la composición del terreno, formado por arcillas y conglomerados silíceos del período Triásico, con más de 250 millones de años de antigüedad. Este paraje fue declarado Espacio de Interés Natural (PEIN) por la Generalitat de Catalunya, no solo por su valor paisajístico, sino también por su importancia patrimonial. Las extracciones de arena roja para la fabricación de vidrio durante el siglo XX también dejaron huella en el terreno, sumando capas de historia a su ya fascinante geografía.
El recorrido principal parte del aparcamiento de la ermita de la Mare de Déu de la Roca y asciende hasta la ermita de Sant Ramon, desde donde se obtienen vistas panorámicas del Baix Camp y del mar. A partir de ahí, el sendero se adentra en el Pla de l’Areny, cruzando pasajes estrechos y formaciones rocosas esculpidas por el tiempo, hasta llegar a la Roca Foradada. Este punto emblemático, al que se accede por las llamadas Escales del Diable, conserva restos arqueológicos y ofrece una de las imágenes más fotografiadas de la ruta.

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Para quienes buscan una versión más ligera del recorrido, existe una opción más corta y familiar que parte desde el área de picnic de la Cova del Patou. Con apenas 2,1 kilómetros, esta variante evita los tramos más exigentes, lo que la convierte en una alternativa ideal para hacer con niños. Paneles informativos repartidos por el sendero explican la flora, la geología y la historia del entorno, enriqueciendo la experiencia y haciéndola apta para todas las edades.
El acceso al Pla de l’Areny es sencillo desde Mont-roig del Camp. Desde la ciudad de Tarragona, el trayecto en coche dura menos de una hora cogiendo la AP-7 hasta Cambrils y luego siguiendo la T-310 en dirección a Mont-roig. A la altura del desvío señalizado hacia la ermita de la Mare de Déu de la Roca, solo queda seguir las indicaciones hasta el punto de inicio. Una excursión única, a poca distancia, para descubrir un rincón que combina naturaleza, geología y arqueología en un mismo recorrido.