Diari Més

Sociedad

Cinco pueblos de Tarragona con paisajes de película para una escapada en otoño

El otoño es una de las mejores estaciones para descubrir el interior de la provincia de Tarragona

Imagen de Horta de Sant Joan.

Imagen de Horta de Sant Joan.Catalunya Turisme

Daniel Cabezas Ramírez

Creado:

Actualizado:

El otoño es una de las mejores estaciones para descubrir el interior de la provincia de Tarragona. Localidades como Porrera, Montblanc, Prades, Horta de Sant Joan y Siurana ofrecen una combinación de naturaleza, patrimonio y paisajes de película que invitan a una escapada perfecta en esta época del año.

Porrera, en el corazón del Priorat, es un pueblo rodeado de viñedos que producen algunos de los vinos más reconocidos de Cataluña. Este municipio conserva un encanto rústico con sus casas de piedra y relojes de sol antiguos. En otoño, es el escenario ideal para rutas enológicas, catas y paseos entre viñas teñidas de rojo y dorado.

Montblanc, capital de la Conca de Barberà, presume de tener el recinto amurallado más extenso y mejor conservado de Cataluña. Sus murallas medievales rodean un centro histórico lleno de callejuelas, iglesias góticas y plazas tranquilas. Con menos visitantes y temperaturas más suaves en otoño, explorar sus torres y almenas se convierte en una experiencia mucho más íntima y agradable. 

En pleno Baix Camp, Prades destaca por el color rojizo de sus edificios, fruto de la piedra local que le da el sobrenombre de “la villa roja”. Situada en el Parque Natural de las Muntanyes de Prades, a casi 1.000 metros de altitud, esta villa medieval combina patrimonio, buena gastronomía y un entorno natural excepcional. En otoño, sus bosques se cubren de colores cálidos y son un paraíso para los aficionados a las setas y al senderismo.

En la Terra Alta, Horta de Sant Joan se alza sobre una colina con vistas al Parque Natural dels Ports. Su casco antiguo medieval, sus calles empedradas y su conexión con Picasso, que encontró aquí inspiración para su obra, le dan un carácter artístico y único. Las rutas de montaña y los paisajes otoñales que rodean el pueblo convierten cada paseo en una postal.

Por último, Siurana ofrece una de las panorámicas más impactantes de toda la Costa Daurada. Este pequeño núcleo del Priorat se asienta sobre un risco con vistas al embalse y las montañas que lo rodean. Sus callejuelas, las ruinas del castillo y su iglesia románica transportan al visitante a otra época. El contraste entre el azul del agua y los colores otoñales del entorno lo convierten en un destino de ensueño tanto para senderistas como para escaladores.

tracking