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Gastronomía

Los cuatro mejores restaurantes de carretera de Tarragona donde parar a comer

Aunque cada vez quedan menos, todavía hay restaurantes de carretera en Tarragona que merecen una parada

Imagen de comida del Buffet d'Altafulla.

Imagen de comida del Buffet d'Altafulla.Buffet d'Altafulla

Daniel Cabezas Ramírez

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Aunque cada vez quedan menos, todavía hay restaurantes de carretera en Tarragona que merecen una parada. No solo cumplen con lo básico —buena comida, servicio rápido y fácil acceso—, sino que se han ganado una clientela fiel por ofrecer mucho más de lo esperado. Cuatro de ellos destacan especialmente: el Restaurante Tritón, el Restaurante Jaume I, el Buffet d’Altafulla y El Gordo 2. 

El Restaurante Tritón, ubicado a escasos dos kilómetros del centro de Tarragona en dirección sur por la N-340, ha sido durante años un clásico para quienes buscan un alto en el camino sin complicaciones. Su mayor baza: las brasas. De hecho, carnes como el pollo o el conejo ganan enteros con un toque ahumado y una buena cucharada de alioli.

Si en lugar de seguir al sur se toma la N-340 en dirección norte, en pocos minutos se llega al Restaurante Jaume I, también junto a una gasolinera y a apenas cinco minutos a pie de la Playa Llarga. Es un lugar ideal para hacer una pausa con vistas al mar y ofrece platos que cambian con las estaciones: ensaladillas y chipirones en verano, escudella y canelones cuando llega el frío. Los fines de semana, su arroz es la estrella.

Más adelante por esa misma vía se encuentra el Buffet d’Altafulla, el primer buffet libre que se inauguró en Cataluña. Con un aparcamiento gigantesco de más de 2.700 metros cuadrados, es una parada habitual para conductores profesionales y familias. Aunque el concepto buffet no gusta a todo el mundo, aquí también hay restaurante tradicional y brasería, ideal para una comida más pausada.

La lista se cierra con El Gordo 2, un restaurante que, aunque está más cerca de un entorno industrial que de una carretera clásica, es un imprescindible para los amantes de la cocina de cuchara. Situado entre la A-7 y la AP-7, es famoso por sus callos, premiados como los mejores de Cataluña. Desde primera hora de la mañana, los hermanos Dani y Paula ofrecen un desfile de platos contundentes: capipota, manitas, carrilleras... Todo con ese toque casero que conquista desde el primer bocado. 

En tiempos donde los restaurantes de carretera son una especie en extinción, estos cuatro espacios siguen ofreciendo lo que muchos buscamos en un viaje: buena comida, rapidez, y un lugar donde sentirse bien recibido. Así pues, si vas de paso por Tarragona, ya sabes dónde merece la pena hacer una parada.

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