Movilidad
Las sanciones por la ZBE en Tarragona empiezan en diciembre: así te pueden afectar
Los conductores no empadronados recibirán multas de 200 euros si acceden a la zona sin distintivo ambiental

En torno al 25% de los vehículos que circulan actualmente por la ciudad no cuentan con etiqueta ambiental.
Las sanciones por acceder sin permiso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Tarragona se empezarán a aplicar este diciembre, aunque todavía no hay una fecha exacta para su entrada en funcionamiento. El Ayuntamiento ha dado un paso clave esta semana al licitar el contrato para la señalización de la zona, considerado el último trámite necesario para su activación. Según fuentes municipales, se trata de un sistema complejo que requerirá pruebas previas antes de funcionar al 100%.
Los trabajos para instalar el software de control y las 44 cámaras de vigilancia empezaron en agosto y se prevé que finalicen en otoño. Una vez en marcha, la ZBE limitará la circulación de vehículos contaminantes en buena parte del centro urbano, en cumplimiento con la legislación europea y estatal sobre calidad del aire y lucha contra el cambio climático.
En cuanto al régimen sancionador, los conductores no empadronados en Tarragona recibirán multas de 200 euros si acceden a la zona restringida sin distintivo ambiental. Estas infracciones se consideran graves según la Ley de Tráfico, y en caso de reincidencia, la multa puede incrementarse hasta un 30%. Los residentes en la ciudad dispondrán de un periodo de adaptación más amplio, ya que tendrán hasta enero de 2027 para adecuarse a la normativa.
La ordenanza municipal delimita la ZBE en las zonas de la Part Alta, l'Eixample y los Barris Marítims. En estos sectores, la circulación de vehículos sin etiqueta estará prohibida de lunes a viernes, entre las 7 y las 19 horas. En cambio, quedarán excluidas del perímetro la avenida Vidal i Barraquer, la avenida Argentina, la avenida Catalunya, el paseo Torroja, el paseo Sant Antoni, el paseo de España, el vial William J. Bryant, la calle Comerç, la calle Reina Maria Cristina y el Moll de Costa.
Durante la primera fase de aplicación, hasta el 31 de diciembre de 2027, podrán circular libremente los vehículos con distintivo ambiental 0, ECO, C y B, además de bicicletas y vehículos de movilidad personal. A partir del 1 de enero de 2028, las restricciones se endurecerán y también se limitará el acceso a los vehículos con etiqueta B, reduciendo todavía más el número de coches autorizados.
Según cálculos del Ayuntamiento, en torno al 25% de los vehículos que circulan actualmente por la ciudad no cuentan con etiqueta ambiental y, por lo tanto, se verán directamente afectados por la medida. La concejala de Movilidad, Sonia Orts, defiende que se trata de una normativa “necesaria y de ámbito europeo”, y afirma que “la ZBE es una oportunidad para la ciudad, pero tiene que aplicarse con todas las excepciones necesarias para no dejar a nadie atrás”.