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El motivo por el que un jubilado de Tarragona ha empezado y acabado su cita en First Dates llorando

Cayetano se presentó al programa en busca de una compañera con la que compartir una nueva etapa de su vida

Imagen de Cayetano, el jubilado de Tarragona que ha participado en First Dates.

Imagen de Cayetano, el jubilado de Tarragona que ha participado en First Dates.First Dates

Daniel Cabezas Ramírez

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El programa First Dates vivió una de sus citas más emotivas con la participación de Cayetano, un hombre de 67 años natural de Reus, que conmovió a los espectadores desde el primer momento. Viudo tras 37 años de matrimonio, Cayetano confesó que aún guarda un profundo amor por su esposa fallecida, a la que definió como su «media naranja». «Como ella, no voy a encontrar a nadie más. Podemos ser felices, pero nunca será lo mismo», dijo visiblemente emocionado, mientras contenía las lágrimas.

Cayetano se presentó al programa en busca de una compañera con la que compartir esta nueva etapa de su vida, alguien que le devuelva la alegría de los días compartidos. Su cita fue Sagrario, una chófer jubilada de 64 años nacida en Tortosa, con una trayectoria amorosa muy distinta, ya que nunca ha sentido que un hombre la valorara de verdad. «Antes de morir, quiero saber qué se siente cuando un hombre está pendiente de ti, que te diga que estás guapa», confesó.

Desde el primer encuentro, la conexión entre ambos fue evidente. La cena transcurrió con risas, complicidad y muchas coincidencias en cuanto a gustos y forma de ver la vida. Ambos aman viajar, disfrutan del tiempo libre y comparten el deseo de tener una relación basada en la sinceridad y el respeto. Sagrario no tardó en destacar que lo que más le gustó de Cayetano fue su honestidad. 

El final de la cita fue tan emotivo como su comienzo. Cayetano no pudo evitar romper de nuevo en lágrimas, esta vez de felicidad, por haber conocido a alguien que le ha devuelto la ilusión. «He estado muy cómodo, nos hemos reído, y yo soy muy sensible», explicó. Lo que parecía una velada tranquila se transformó en un momento muy especial, culminado con besos en el fotomatón del restaurante.

Uno de los gestos que más impactó a Sagrario fue un regalo inesperado, ya que Cayetano le entregó dos pulseras de Tous como símbolo de su deseo de mantener ese «hilo rojo» que, según él, les une desde ese primer encuentro. Un detalle que ella no dudó en calificar de romántico. «Me ha demostrado que es un hombre sencillo, pero en el mejor sentido. Me transmite confianza», dijo emocionada.

Ambos coincidieron en querer repetir la experiencia con una segunda cita, convencidos de que algo especial puede estar comenzando. La historia de Cayetano y Sagrario es un recordatorio de que el amor no entiende de edades ni de pasados dolorosos, y que, a veces, las segundas oportunidades llegan justo cuando uno ya no las espera.

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