Diari Més

Sant Jordi

Una Diada de Sant Jordi radiante en Tarragona entre libros, rosas y turistas

Ayer la Rambla Nova se volvió a llenar de paradas y paseantes que pudieron disfrutar de un Sant Jordi soleado

Este año fueron 132 las paradas que se instalaron en la Rambla Nova con motivo de la Diada de Sant Jordi.

Este año fueron 132 las paradas que se instalaron en la Rambla Nova con motivo de la Diada de Sant Jordi.Gerard Marti Roig

Marta Omella
Publicado por
Tarragona

Creado:

Actualizado:

Este año es uno de aquellos años en qué, todavía con el sabor de la mona en la boca, Tarragona ya se despertaba con ganas de libros y rosas. Una vez más, Sant Jordi llegaba en día laborable, pero si no fuera por los niños con uniforme escolar corriendo arriba y abajo, costaría creer que era miércoles, o incluso abril. Con la temperatura cálida y los visitantes que habían alcanzado las vacaciones de primavera, la ciudad parecía vivir un preludio del verano que muy probablemente se alargue hasta junio.

«Me estoy asfixiando», decía una chica mientras intentaba avanzar entre el mar de personas que rodeaban las clásicas paradas en la Rambla Nova. Incluso el Balcón del Mediterráneo, sin libros a ofrecer, se encontraba completamente cubierto; porque un buen tarraconense no se marcha sin tocar ferro.

Muchos, sin embargo, ya llevaban las manos llenas. «Yo ya llevo tres libros», admitía Àstrid Grifoll, un poco avergonzada pero nada arrepentida. Sus compañeras todavía removían entre títulos. «Yo soy más de novela negra, thriller psicológico...», comentaba Iría Volta, que a pesar de no haber escogido todavía un libro, ya llevaba una rosa de colores en la otra mano. «Me la ha enviado mi pareja. Él está lejos, pero ha hecho el encargo a las amigas», explicaba. Maite García, en cambio, llevaba una de las tradicionales. «Es de mi padre. Ningún año falla, la tenemos antes de desayunar», sonreía.

Mientras los paseantes disfrutaban de la diada, los floristas y libreros trabajaban sin tregua. «Ya hace catorce años que tenemos puesto», explicaba Magda Bernaus, de Flors Magda. Este año todavía se nota la Semana Santa. Todavía es pronto, pero ya han venido unos cuantos turistas a comprar», apuntaba.

En la parada de In Use Academy & Bookstore también lo notaron. «Muchos visitantes viven la fiesta por primera vez y les hace ilusión encontrar libros en inglés», explicaba la Idoia Triana. «También hay muchos jóvenes de aquí que leen en inglés, cada vez más», añadía.

Librerías más noveles, como la Hamaca, aprovechaban la ocasión para darse a conocer. «Estamos en la Vall de la Arrabassada, que queda un poco lejos. Entonces nos va muy bien venir aquí al centro, que nos pongan cara», explicaba Ariadna Martínez, propietaria de la tienda.

La jornada, sin embargo, fue particularmente especial para Clara Rodríguez, que con sólo 23 años, firmaba ejemplares de Piel de mariposa, su primera novela. «Está siendo maravilloso. La gente es encantadora, y la ciudad, preciosa», decía desde la mesa, dónde sólo quedaba un libro. «Sant Jordi es un día mágico, se viva desde donde se viva», aseguraba la joven escritora.

tracking