Diari Més

Piden hasta 22 años de prisión para el asesino de Carmen Ginés por una violación el año 2003

El hombre, que también está encarcelado por haber asesinado a su pareja en la Pobla de Mafumet, dice al juicio que no recuerda los hechos

Plano medio del hombre juzgado por una violación ocurrida en el 2003 en Tarragona.

Piden hasta 22 años de prisión para el asesino de Carmen Ginés por una violación el año 2003ACN

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El asesino confeso de su pareja, Carmen Ginés, en la Pobla de Mafumet en el 2016, Francisco Javier M., se ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Tarragona por una violación ocurrida en el 2003 en Tarragona. El hombre, de 46 años, se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el 21 de diciembre del 2016 por la muerte de su mujer y por haber agredido sexualmente a la hija de ella. Precisamente, a raíz de la agresión a la menor se obtuvo su ADN, el cual coincidió con el perfil de los restos biológicos que no se habían podido identificar durante la investigación de los hechos del 2003. El 4 de septiembre del año pasado, después de atribuirle la presunta violación de hace casi 15 años, el juzgado de instrucción número 5 de Tarragona formalizó también su encarcelamiento por esta causa. Durante la vista oral de este miércoles, el hombre ha asegurado que no recuerda los hechos. La fiscalía ha elevado su petición de 14 a 18 años de prisión y se ha adherido parcialmente a las peticiones de la acusación particular, que ha solicitado un total de 22 años de prisión. La defensa, en cambio, ha pedido la libre absolución del hombre.

Los hechos por los cuales se ha juzgado a Francisco Javier M. se remontan al 18 de abril del 2003. Hacia las cinco y cuarto de la madrugada, el acusado se acercó a un vehículo que acababa de aparcar en la calle Sant Antoni Maria Claret de Tarragona. Antes de que la conductora -que entonces tenía 28 años- saliera del turismo, el hombre abrió la puerta del copiloto y exhibiendo un destornillador de unos 20 centímetros de longitud obligó a la chica a volver a arrancar el coche y a conducir hasta una zona más apartada, en el Vall de la Arrabassada.

En aquel lugar, el acusado le dijo que se desnudara mientras exhibía el destornillador. Ante la negativa de la mujer, el hombre lanzó «O la vida, o te desnudas», y esta finalmente accedió a sus pretensiones ante el miedo a que le producía al acusado, según la fiscalía. A continuación, la obligó a practicarle una felación y la penetró.

Una vez consumada la relación sexual, el procesado obligó a la joven a volver a conducir hasta la calle Pin i Soler de Tarragona, de donde bajó del vehículo. Antes, sin embargo, le exigió que le entregara el dinero y las tarjetas bancarias que llevara encima, a lo cual ella le entregó 30 euros en efectivo. Como consecuencia de estos hechos, la víctima requirió de un largo tratamiento psicológico.

En las conclusiones definitivas, el ministerio público ha sostenido que los hechos constituyen un delito de violación, uno de robo con intimidación y una de coacciones. En total, ha solicitado una pena de 18 años de prisión. Además, la fiscalía ha pedido que no se pueda aproximar a menos de 500 metros de la víctima, ni comunicarse con ella, durante un periodo de 14 años.

En concepto de responsabilidad civil, la fiscalía ha solicitado que el hombre pague una indemnización de 30.000 euros por las lesiones psíquicas ocasionadas a la mujer y que le devuelva el dinero sustraído. La víctima declaró el lunes a puerta cerrada y, durante el juicio hecho en la Audiencia de Tarragona, también han comparecido varios agentes de la policía española y peritos forenses.

La fiscal ha defendido ante los magistrados que la exposición de la víctima presentaba «una claridad notable», a pesar del shock por haber revivido los hechos. En su declaración, la mujer admitió que, en un primer momento, creía que el hombre sólo quería robarle el coche, pero que temió por su vida cuando vio que la llevaba a un lugar tan apartado y que estuvo entonces cuando accedió, bajo amenazas permanentes, a las pretensiones sexuales del individuo. La fiscal ha afirmado con rotundidad que la ciencia habla y que el ADN localizado en la víctima como en el vehículo corresponden al acusado, sin ningún tipo de duda.

De hecho, el hallazgo del autor de la violación responde al hecho casual que, a raíz de la agresión sexual a menor perpetrada a finales del 2016, su ADN se incorporó a la base policial de datos. De esta manera, el perfil de los restos biológicos obtenidos en el 2003 activó una coincidencia con este individuo. Eso ha evitado que el caso prescribiera.

El abogado de la acusación particular ha mantenido la petición de 22 años de prisión por los delitos de agresión sexual, robo con violencia e intimidación y coacciones. Por su parte, el abogado de la defensa ha solicitado la libre absolución de su cliente o, subsidiariamente, la imposición de una pena mínima de seis años de prisión por agresión sexual, con una circunstancia atenuante de drogodependencia. El caso ha quedado este miércoles visto para sentencia.

En el 2016 mató su mujer a cuchilladas

Francisco Javier M. mató su pareja, Carmen Ginés, la noche del 17 de diciembre del 2016 en un piso de la calle Reus de la Pobla de Mafumet. El hombre habría muerto la mujer propinándole numerosas cuchilladas y no fue hasta el día siguiente al mediodía que se personó en la comisaría de los Mossos de Campclar para confesar el crimen. Cuando los agentes se desplazaron al domicilio para comprobar los hechos, encontraron el cadáver con signos de violencia.

Además del homicidio o asesinato de la mujer, la magistrada de violencia de Tarragona también acusó al hombre de haber agredido sexualmente a la hija de su pareja, de 15 años. Según señalaron entonces fuentes judiciales, no constaban denuncias previas de la mujer, pero sí que el hombre tenía vigente una orden de alejamiento de una expareja por maltratos. El autor confeso tenía entonces 44 años, la misma edad que la víctima, Carmen Ginés, muy conocida al pueblo y con quien se había casado hacía dos años. Por estos hechos, que se juzgarán en los próximos meses, la fiscalía pide 21 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de parentesco y el atenuante de confesión.

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