Psicóloga y terapeuta
Entrevista
Hanan Riyani: «Me sorprende que a pesar de mi experiencia profesional a la gente le cueste confiar»
La psicóloga y terapeuta pide a la sociedad dejar de lado los prejuicios infundados y confiar en los profesionales, independientemente de si sufren una discapacidad o no

Hanan Riyani, psicóloga y terapeuta, a su consulta en Reus.
Hiciste un experimento social para ver si había una discriminación con profesionales que sufren una discapacidad. ¿Por qué lo hiciste?
«Hace quince años que soy terapeuta y hace tres que también soy psicóloga. Entonces, a mí me sorprendía que por mucha experiencia que yo tuviera a la gente le costara tanto confiar en mí como profesional a causa de mi parálisis cerebral y eso me llevó a hacer el experimento».
¿Cómo era el experimento?
«Éramos yo y dos compañeras más. Yo con discapacidad y con hiyab, una segunda sin discapacidad y con hiyab y una tercera sin discapacidad ni el pañuelo. Les tres en una plaza, cada una en un banco diferente, y con el mismo cartel donde ofrecíamos quince minutos de terapia gratis. Fue durante dos horas de un domingo y hubo una cincuentena de personas que vieron el cartel y la mayoría se acercaron a la chica sin discapacidad ni el velo. Obviamente, no son unos resultados determinantes y la muestra no es lo bastante representativa, tendría que repetir el experimento. Pero sí que en este experimento se cumple la hipótesis que la población tiende a confiar menos en profesionales con discapacidad o de una religión diferente».
¿Te has encontrado con estas situaciones de discriminación durante tu trayectoria profesional?
«Un montón de veces en mi día a día. Mucha gente piensa que por mi condición física tengo una afectación cognitiva, y si tuviera una grave afectación cognitiva no habría ido nunca a la universidad creo yo. La gente tiene muchos prejuicios».
¿Estos prejuicios los experimentas tanto con las personas que no contrata tus servicios cómo los que sí que lo hacen?
«No, porque todos aquellos que dan el paso de confiar en mí siempre se acaban marchando contentos y satisfechos. Por eso, quiero que la gente reflexione un poco más sobre los prejuicios que tiene y se cuestione si son infundados o no. Me gustaría que la gente se atreviera a dar el paso, conmigo o con cualquier profesional que sufre una discapacidad».
¿Sentiste miedo en el momento de decidir estudiar psicología ante los posibles prejuicios?
«Tenía muy claro que quería estudiar y desarrollar alguna cosa propia, porque sabía que con mi condición no me iban a aceptar en ningún lugar de cara al público. Es triste, pero no tenía alternativa».
¿Cuáles sirve ofreces?
«Soy psicóloga y trabajo con todo tipo de trastornos, aparte de acompañamiento a mujeres en el proceso del embarazo, de luto o con problemas de autoestima. La discapacidad no me supone ningún problema para hacerlo».
¿Cómo crees que podemos cambiar esta situación?
«Para que eso cambie hace falta que la gente sea más consciente que todas las personas, con discapacidad o sin, nos merecemos tener una vida digna. Y a partir de aquí, conseguir que el sistema cambie, que seguramente es la parte más compleja. Estas dos cosas ayudarían muchísimo».
¿Como de importante es la familia a la hora de acompañar a las personas con discapacidad para hacer su futuro?
«Es verdad que hay diferentes discapacidades, pero si tu hijo está cognitivamente preparado para llevar a cabo aquel trabajo o estudio, lo mejor que puedes hacer es animarlo. La familia a veces tiende a sobreproteger al hijo por miedo, es normal, pero por mucho que tengas miedo lo tienes que empujar, porque si no le estás sacando la oportunidad para cumplir un objetivo o un sueño que tiene. En mi caso, yo no tuve este apoyo, pero por suerte soy una persona muy tozuda».
Supongo que todo habría sido mucho más fácil con este apoyo
«Sí. Estoy un poco cansada de tener que demostrar a la sociedad que estoy preparada para hacer mi trabajo cada día. A una persona sin discapacidad no le ponen en duda sus habilidades, a mí constantemente».