Sociedad
Este es el pueblo más pobre de Tarragona: tiene una renta media anual de menos de 13.000 euros
Esta población rural se sitúa también como la tercera más pobre de toda Cataluña

Imagen de Riba-roja d'Ebre.
Riba-roja d’Ebre es el municipio con menor renta por habitante de la provincia de Tarragona. Con poco más de un millar de residentes, esta población rural se sitúa también como la tercera más pobre de toda Cataluña, según los datos más recientes del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat).
Aunque sus ingresos han registrado un ligero repunte del 2,9% respecto al año anterior, la renta media anual de sus vecinos apenas alcanza los 12.950 euros. Esta cifra queda lejos del Salario Mínimo Interprofesional, que ronda los 16.000 euros al año, y refleja las limitaciones económicas de un entorno que, sin embargo, mantiene una fuerte cohesión social y un vínculo profundo con su territorio.

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La economía local depende en gran medida de actividades tradicionales como la agricultura a pequeña escala, la pesca fluvial y la producción de energía hidroeléctrica. La central construida en los años 60 dio lugar al embalse que hoy forma parte esencial del paisaje y que también impulsa actividades recreativas como la pesca deportiva o el piragüismo, atrayendo a visitantes en busca de naturaleza.
Lejos de mostrar signos de abandono, Riba-roja d’Ebre ha sabido reinventarse con iniciativas culturales y turísticas impulsadas por los propios vecinos. El casco urbano está decorado con murales artísticos, y los senderos que bordean el río invitan a descubrir rincones únicos. Esta apuesta por el embellecimiento y la identidad local ha comenzado a atraer a un turismo incipiente pero comprometido con la sostenibilidad.

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Entre sus principales atractivos destaca la ermita de Santa Magdalena de Berrús, una construcción del siglo IX que fue cuidadosamente trasladada piedra a piedra antes de que el pantano la cubriera. A esta joya patrimonial se suman las ruinas del castillo medieval, la iglesia barroca de Sant Bartomeu y miradores naturales desde los que contemplar el serpenteante Ebro.
Llegar a Riba-roja d’Ebre desde Tarragona es sencillo, con un recorrido en coche de algo más de una hora. A pesar de las cifras económicas, quien visita este pueblo se lleva una impresión distinta: la de un municipio que es rico en historia, paisaje y sentido de pertenencia.