FÚTBOL
Los mercados de invierno del Nàstic: un acierto destacado por temporada y algunas decepciones
Jugadores como Migue Leal, Alan Godoy, Marc Fernández y Dani Romera tuvieron un buen impacto

De izquierda a derecha, Migue Leal (24-25), Alan Godoy (23-24) y Dani Romera (21-22).
El Nàstic se encuentra en las puertas del esperado mercado de fichajes de invierno que se abre oficialmente el 2 de enero. Este periodo de un mes es la esperanza de los equipos para fichar jugadores que arreglen las carencias mostradas en el primer tramo de la temporada. La conjunta grana ha tirado una moneda al aire cada temporada y, a pesar de sufrir muchas cruces, siempre se ha asegurado un acierto.
Desde que el Nàstic se encuentra en Primera Federación, siempre ha incorporado a un jugador en este mercado. El curso 21/22, el Nàstic de Raül Agné necesitaba gol para levantar el vuelo y luchar por el ascenso. Entonces, se hicieron tres movimientos, de los cuales Dani Romera brilló como ariete deseado con siete goles y una asistencia. Él fue uno de los grandes protagonistas de aquel Nàstic que murió a la final de Vigo, mientras que Elías Pérez y Juan Camilo Becerra no destacaron y, con respecto al segundo, fue toda una decepción.
El año siguiente, el equipo sólo hizo un movimiento en un mes de enero marcado por la marcha de Raül Agné y la entrada de Iñaki Alonso. Entonces llegó Marc Fernández, un jugador que, entonces, ayudó en el equipo como un referente y, con el paso de las temporadas, se estableció como una figura importante en el vestuario grana.
El curso 23-24, el Nàstic de Dani Vidal necesitaba, de nuevo, pólvora, porque la defensa formada por Nacho y Trigueros demostraba ser de las mejores de la categoría. Entonces, el equipo hizo una apuesta por Alan Godoy. De la misma manera que Dani Romera en el pasado, era un jugador que bajaba de Segunda después de tener pocas oportunidades. Después de un periodo de adaptación, fue la estrella de un Nàstic ilusionante que cayó contra el Málaga. En aquel periodo también se incorporó Álex Mula, el extremo que sí que llegaba como un referente, pero al final acabó sin destacar.
El año pasado fue el más movido de todos. Se ejecutaron un total de cuatro movimientos, de los cuales sólo se adivinó en uno. Migue Leal, jugador sin equipo, cogió la oportunidad y, con su potencia en los duelos y capacidad ofensiva, desbancó a Pol Domingo de la titularidad. El resto, sin embargo, salieron cruz. Borja Granero y David Juncà no estuvieron a la altura de las expectativas, el primero porque sufrió un calvario con las lesiones y, el segundo, no pudo superar a Joan Oriol y, actualmente, también es uno de los jugadores que menos minutos ha disputado. Finalmente, Roberto Torres fue el mayor desencanto y, a pesar de tener oportunidades, mostró un nivel muy por debajo del esperado.
Apuestas
El riesgo en el mercado de invierno es elevado. Se espera mejorar la plantilla y los jugadores son escasos y difíciles de encontrar. En estos últimos cuatro años, los fichajes han sido apuestas: futbolistas que no han disfrutado de protagonismo y quieren reivindicarse en el Nàstic. Los jugadores con cartel a la categoría son muy deseados y provocan culebrones, como lo que provocó a Alan Godoy el año pasado.