El Nàstic gana oxígeno y tres puntos (3-2)
Los grana han cuajado un gran partido donde han mostrado capacidad de reacción y concentración en la presión en la segunda mitad
El Nàstic de Tarragona ha completado esta tarde una victoria contra el Murcia que ha dado oxígeno tanto a la plantilla, al equipo y a la afición. Los grana han cuajado un buen partido con mucha presión y concentración. Han mostrado también su capacidad de reaccionar empatando el partido en segundos después del primer golpe del Murcia y, aunque el gol del Murcia en el minuto de descuento ha hecho venir a los fantasmas de Elda, han sabido cerrar el partido y sumar los tres puntos.
Raül Agné ha cambiado jugadores en casi todas las demarcaciones. En la defensa, Trilles y Josema formaban el muro grana, dejando en el banquillo a Quintanilla. El medio del campo ha sufrido más cambios. Montalvo ha vuelto al lado de Pedro del Campo y Aarón Rey y Marc Álvarez han sido los extremos por la izquierda y derecha respectivamente. La delantera la ha formado la pareja Fernández, Guillermo y Pablo.
Las cartas estaban sobre la mesa, el Nàstic sabía las consecuencias de una derrota, así que salieron con la intención de dominar el partido desde el primer momento. Aunque mantenían la pelota, el primer aviso fue del Murcia. Pedro León lideró un contraataque provocado por un mal control con la cabeza de Pedro del Campo y la jugada acabó con un chute cruzado que paró Manu García. El Real Murcia, con esta acción avisaba de que en cuestión de cuatro pases, son capaces de generar una ocasión.
El Nàstic controlaba la posesión del partido y entre Aarón Rey y Marc Álvarez los grana se acercaban a la portería rival. De hecho, una jugada entre estos dos fue la primera que tuvo el equipo al ataque. En una de estas que el Nàstic avanzaba en ataque, el Murcia inició un contraataque por la banda de Joan Oriol. Dani Vega corría con la pelota por la izquierda, encaró hacia el centro, se colocó como quiso e hizo un chute a medida al palo largo de Manu García y marcó. Todo eso, sin nadie que le dificultara la jugada. El gol dio la sensación que era demasiado fácil para ellos penetrar entre la defensa grana.
El Nàstic no se dejó intimidar, y reaccionó rápidamente desde las botas de Aarón Rey. El gallego coló una pelota en el área rival y cayó a los pies de Guillermo. El delantero vasco chutó a la media vuelta y marcó el gol del empate enviando el esférico a la otra punta de la portería de Joao Costa. El gol fue una buena dosis de adrenalina para el Nàstic, que mantuvo la iniciativa, y tuvo opciones para marcar el 2-1 con dos cabezazos de Josema en dos córners consecutivos. El segundo remate chocó en el travesaño y el partido se marchó al descanso con empate.
Los grana salieron en la segunda parte de la mejor manera. En el primer minuto del segundo tiempo, el Murcia hizo un error en medio del campo y Aarón Rey recibió la pelota. Sonó el séptimo de caballería y el gallego salió disparado hacia campo contrario contra tres defensores. Rey vio a Pablo y filtró la pelota entre los tres murcianos para que el delantero asturiano, con un recorte de calidad, enviara la pelota al fondo de la red.
Aarón Rey no tuvo suficiente y, dos minutos después, en otro contraataque con él como protagonista, asistió a Joan Oriol y el capitán grana marcó el tercero con un buen chute cruzado y con potencia desde el vértice izquierdo del área. El Murcia se quedó tocado y su entrenador intentó hacer reaccionar con un triple cambio y Miku, ex del Nàstic, entró en escena.
Agné dio con la tecla y el Nàstic se replegó en defensa y, aunque el Murcia hacía sus tímidos intentos por remontar, los grana supieron anestesiar al partido. Con el 3-1 en el marcador y el Nàstic cómodo en defensa, Agné quiso dar entrada a jugadores a los que las lesiones les apartaron del terreno de juego. Pol Domingo entró por Trilles y Andrei Lupu debutó en liga con una máscara protectora. Su presencia fue suficiente para que el Nou Estadi reventara en aplausos y los cánticos de «Lupu, Lupu» resonaron por todo el templo grana.
El Nàstic se cerró en defensa y, poco a poco, el Murcia las tenía más claras. Manu García tuvo que volar para detener un chute de falta directa de Pedró León y los córners se iban acumulando. El árbitro añadió cinco minutos, y en el tercero Arnau Ortiz marcó el 3-2 y los fantasmas de Elda aparecieron. Sin embargo, los grana supieron cerrar el partido y conseguir una victoria que supuso más oxígeno para el equipo.