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El pueblo perfecto de Tarragona para visitar en otoño: puentes colgantes, cascadas y piscinas naturales
Los más excursionistas pueden realizar una ruta de 4,4 kilómetros que es de baja dificultad y apta para todos

Imagen de la ruta hasta llegar al Toll de l’Esqueix.
A medida que el calor del verano queda atrás y la playa pierde protagonismo, el otoño invita a descubrir destinos más tranquilos y conectados con la naturaleza. Lejos del bullicio costero, la montaña se convierte en una alternativa perfecta para disfrutar del aire libre, los paisajes teñidos de ocres y una desconexión total. En Tarragona, uno de los rincones más especiales para una escapada otoñal es El Pinetell.
Un rincón natural por descubrir
El Pinetell es hogar de uno de los destinos más secretos y encantadores para los amantes de la naturaleza: el Toll de l’Esqueix. Este oasis natural, alimentado por las aguas cristalinas del río Brugent, destaca por sus aguas frescas y limpias. A la belleza del entorno se suma una cascada que embellece aún más el paisaje y una serie de puentes colgantes de madera que cruzan el río y ofrecen un toque aventurero a la caminata.
El camino hacia el Toll de l’Esqueix es una experiencia en sí misma. Desde el aparcamiento en El Pinetell, los excursionistas pueden seguir un sendero señalizado con marcas blancas y amarillas, que los llevará por un paisaje de montañas, valles y la posibilidad de escuchar el croar de las ranas en su hábitat natural. A lo largo del recorrido, el mirador de Roca del Lloro ofrece unas vistas espectaculares del valle, un lugar ideal para desconectar y respirar aire limpio.
Una ruta accesible para todos
La ruta, de unos 4,4 kilómetros, es de baja dificultad, con un desnivel de solo 177 metros, lo que la convierte en una caminata apta para todos. La ida es mayormente descendente, y para quienes se preocupan por la pendiente, el tramo final incluye una cuerda para evitar resbalones.
Una vez superados los puentes colgantes y llegando al Toll de l’Esqueix, los excursionistas se encontrarán con una piscina natural rodeada de tranquilidad. Además, los más aventureros pueden probar a bañarse bajo la cascada, una experiencia única.
Más allá del Toll de l’Esqueix
Para quienes quieran más, el río arriba ofrece otra piscina natural menos concurrida, aunque también algo más difícil de acceder. El regreso implica un pequeño esfuerzo extra debido a la pendiente ascendente. Además, El Pinetell cuenta con una iglesia románica del siglo XII y las ruinas de un castillo templario, lo que añade un toque histórico a la visita.
Cómo llegar
El Pinetell se encuentra a 40 minutos de Tarragona por la A-27, y a aproximadamente una hora y 45 minutos desde Barcelona, tomando la AP-7 y la AP-2 hasta Montblanc. Desde allí, se sigue por la C-14 hasta La Riba, donde se desvía hacia El Pinetell.