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Nace la primera asociación de buceo inclusivo en el Camp de Tarragona

Se prevé que empiece las clases a finales de mayo, en Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant

Verònica durant una de les sessions de bussieg inclusiu a Cala Vidre (Ametlla de Mar).

Verònica durante una de las sesiones de buceo inclusivo en Cala Vidre (Ametlla de Mar).Cedida

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La piscina municipal de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant se convertirá, a finales de mayo, en el espacio de actividad de la recientemente creada Asociación de Buceo Inclusivo (ABI), la primera de este tipo en el Camp de Tarragona. La propuesta tiene como objetivo ofrecer la oportunidad de practicar buceo a personas a partir de 10 años con todo tipo de discapacidades. Su presidente, Joaquín José Molí, explica que la idea es llevar a cabo las sesiones los sábados por la tarde, en grupos de 8.

La ABI es el producto de un grupo de monitores tarraconenses que se conocieron cuando formaban parte de la asociación Al Agua. Unidos sin Limitaciones, en Sitges, que desapareció después de la pandemia. A raíz de aquí, Molí y dos compañeros suyos crearon la ABI desde cero para ofrecer esta experiencia en el sur de Catalunya. Actualmente, tienen un equipo formado por 16 miembros, entre los cuales hay buzos con la titulación de instructor y de acompañante, y, al mismo tiempo, dos de ellos son fisioterapeutas y médicos.

«Nuestra idea es ofrecer una clase gratuita de prueba y, si a la persona le gusta, abrirle una ficha y que empiece a pagar una cuota asequible», explica Molí, y añade que «adaptamos las capacidades del alumno a los estándares del buceo. El buceo inclusivo se adapta a las habilidades de la persona, no a las debilidades».

Así, en las primeras clases, los monitores se aseguran de qué puede o no puede hacer la persona, como ponerse la máscara de oxígeno o aletear. En función de estas habilidades, se prepara un programa de entrenamiento para practicar en la piscina.

Según cómo funciona la persona en la piscina, se puede tardar más o menos a ir al mar, concretamente en Cala Vidre (Ametlla de Mar).

La ‘magia’ del agua

«Es otra realidad». Así describe a Verònica su experiencia practicando esta actividad en el mar. Ella conoció este tipo de buceo gracias a la asociación de Sitges, y afirma que la ha ayudado con sus problemas de movilidad: «En el agua no se nota el peso del cuerpo. Te puedes mover sin hacerte daño, y no me tengo que preocupar de dónde pongo los pies, no como en la calle».

Verònica durant una de les sessions de bussieg inclusiu a Cala Vidre (Ametlla de Mar).

Verònica durante una de las sesiones de buceo inclusivo en Cala Vidre (Ametlla de Mar).Cedida

Verònica disfrutó tanto de la experiencia, que se sacó la titulación de buzo. Les suyas principales motivaciones para hacerlo fueron «tener bajo control los peligros, y conocer mejor la teoría de lo que estaba haciendo».

Paralelamente, Núria explica que a su hija Ariadna, con Trastorno del Espectro Autista (TEA), el buceo la ha ayudado especialmente en el ámbito emocional: «Sobre todo en el tema de seguridad. Constantemente se encuentra con nuevas situaciones que le generan miedo. El buceo le ha permitido conseguir nuevos retos sin la presión del día a día».

Opción para formarse

La ABI también ofrece una formación para acompañar a los alumnos durante las sesiones de buceo inclusivo. Para acceder, hay que tener, entre otros requisitos, una experiencia mínima de 20 inmersiones y el curso de suministro de O2.

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