Susana Sanahujes: «Para los niños saharauis, venir a Cataluña significa tener dos familias, una en los campanentos y otra aquí»

¿En qué consiste el programa Vacances en Pau?

En este programa, familias catalanas acogen niños de los campos de refugiados saharauis durante los meses de julio y agosto. Es un proyecto que tiene un triple vertiente. Por una parte, tiene la parte más solidaria que implica sacar durante todo un verano los niños de las duras condiciones en las cuales viven en el campo de refugiados. Tenemos que pensar que las temperaturas pueden llegar a superar los 50º.

También tienen la oportunidad de recibir una revisión médica completa. Si bien son niños que no tienen ninguna enfermedad, fruto de las condiciones en las cuales viven, puede haber pequeñas afecciones como cuestiones relacionadas con el oído o la vista, a causa de los fuertes vientos y de la arena del desierto. Y temas vinculados con la alimentación. Hay que tener claro que estos niños y niñas no pasan hambre, pero se alimentan de lo que les llega de la ayuda internacional. Puede ser que durante un mes sólo coman lentejas. Pasar el verano aquí les permite disfrutar de una alimentación más equilibrada.

Hablaba de una triple vertiente. ¿La primera es la solidaridad, cuáles serían las otras dos?

La segunda sería el conocimiento mutuo entre dos culturas. Y por último, en este proyecto hay una reivindicación de una causa que desgraciadamente hace 50 años que dura y sin ninguna solución a la vista a corto plazo. A pesar de no salir a los medios, entre el Frente Polisario y Marruecos hay una guerra. El programa permite dar a conocer esta situación que es desconocida para muchos.

¿Qué supone a las familias?

Siempre digo que es como incorporar a un hijo más a la familia durante dos meses. Aquello que hagan con sus hijos también lo pueden hacer con los niños y niñas acogidas, sea ir al centro de verano o ir a casa de los abuelos. Lo importante es garantizarlos comer, ropa y, sobre todo tiempo, para que se lo pasen bien.

¿Cuál es la realidad de los niños en su país de origen?

Su día a día, con todos sus matices, puede ser como el de los niños de aquí. Todos están escolarizados en los campamentos y tienen un sistema educativo similar al nuestro. Cuando ya son mayores, el Frente Polisario tiene convenios con diferentes países, para ir a estudiar a la universidad. Por lo tanto, hacen vida como un niño de aquí: van a la escuela, juegan con amigos, están con la familia, etc.

¿Cuáles serían los matices?

Vivir en medio de un desierto, dentro de un campo de refugiados y dependiendo de la ayuda humanitaria que les llega. No disponen de cuestiones que para nosotros son básicas, como el agua corriente y, a partir de abril, ya empieza a hacer mucho calor.

¿Cuántos niños y niñas vendrán este verano?

Hemos pasado por diferentes fases del proyecto. El año 2006, por ejemplo, llegamos a 900 niños y niñas en un único verano. Ahora son unos 270. Después de la pandemia, se tuvo que arrancar de nuevo y cuesta un poco más. Además, la situación economicosocial de mucha gente hace que tampoco embarquen en un proyecto de este estilo.

¿Qué edad tienen?

Empiezan a venir entre los 8 y los 9 años y hasta los 12.

¿Todo el mundo puede acoger o se tienen que cumplir requisitos?

Cualquier persona a título individual o familia puede ser susceptible de acoger. Se valora que se le pueda dedicar tiempo y que tengan ganas de hacerlo. No hacemos una selección de familias, es una decisión voluntaria que se hace de manera conjunta entre los interesados y los coordinadores territoriales. Si es una familia la que acoge, es importante que todos los miembros tengan ganas. De hecho, alguna de las entrevistas la hacemos con todos los miembros para ver que realmente tienen ganas. Si, por ejemplo, un hijo o hija de la familia no tiene ganas, les aconsejamos que se esperen en siguiente verano. La motivación es fundamental para que vaya bien.

¿Se puede acoger el mismo niño varios veranos?

Sí. Si la familia de acogida, el niño, y la familia del niño quieren, no hay ningún problema.

¿Qué es lo que más destacan los niños y niñas? ¿Y las familias acogedoras?

Les familias acogedoras siempre explican que, en un primer momento, creían que serían ellos los que les darán muchas cosas a los niños acogidos y que, al final, son los niños de acogida los que les aportan muchas cosas a ellos. Y, en el caso de los niños y niñas saharauis, si todo va bien, a partir del verano siguiente siempre dicen que tienen una familia en los campamentos y una familia aquí. Hay que todavía se llaman pasados 20 años o que, incluso, les van a visitar. Se crean unos vínculos que perduran con el tiempo.

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