Tradición
L’Home dels Nassos vuelve a pasearse por las calles para despedir el año
Se trata de una leyenda popular que cada 31 de diciembre hace volar la imaginación de los más pequeños

La tradición de l’Home dels Nassos enamora a todas las edades
El último día del año no sólo es sinónimo de campanadas y celebraciones, sino también del retorno de uno de los personajes más curiosos de la cultura popular catalana. Cada 31 de diciembre, grandes y pequeños oyen hablar de l'Home dels Nassos, una figura misteriosa que despierta sonrisas, preguntas y mucha expectación, especialmente entre los niños.
Según explica la tradición, este personaje tiene tantas narices como días le quedan al año, un detalle que enciende la fantasía de los más jóvenes. Pero el secreto sólo se descubre cuando llega el 31 de diciembre: con el año a punto de acabar, sólo queda un día... y, por lo tanto, una sola nariz. Es entonces cuando la sorpresa se transforma en complicidad y carcajadas.
Una tradición llena de ingenio
La historia de l’Home dels Nassos es una tradición arraigada en Cataluña y otras zonas del territorio, como la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares o La Rioja. La idea de este personaje es, en realidad, una broma que juega con la ambigüedad de las palabras. Cuándo se explica a los niños que pueden ver a un hombre con «tantas narices como días tiene el año», a menudo imaginan un ser extraño con 365 narices en el rostro. No obstante, al darse cuenta de que sólo tiene una nariz —lo que corresponde al último día del año—, el misterio se transforma en carcajadas y sorpresas.
Orígenes de la leyenda
Los orígenes exactos de esta figura no son del todo claros, pero se asocian con el ingenio popular y las tradiciones de finales de año. La broma juguetona tiene cierto paralelismo con otras figuras festivas europeas que mezclan el humor con la transmisión de valores culturales y familiares.
L’Home dels Nassos también se puede vincular a antiguas celebraciones de invierno donde se destacaba la importancia del año que acaba y cuyo simbolismo empieza, al fin y al cabo aliñado con historias o enigmas para entretener los más pequeños.
Una figura viva y popular
En muchos municipios catalanes, l’Home dels Nassos se convierte en un personaje real: uno gigante o una figura disfrazada que recorre las calles para repartir dulces, hacer bromas o simplemente interactuar con la gente. A menudo va acompañado de un aire festivo y se convierte en un reclamo cultural por despedir el año.
Una lección de humor e imaginación
Esta simpática leyenda nos recuerda el valor de mantener viva nuestra cultura y de fomentar la creatividad y la sorpresa. L’Home dels Nassos no sólo es una excusa para reír, sino que también es un ejemplo de cómo las tradiciones populares pueden conectar generaciones y hacernos reflexionar sobre el paso del tiempo con una sonrisa en los labios.