Tres universidades catalanes reclaman que la Generalitat controle la emisión de compuestos cancerígenos de la industria química

Tres informes elaborados por la Universidad Rovira y Virgilio (URV), la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la Universidad de Barcelona (UB), impulsados por la Plataforma Cel Net, han confirmado la presencia continuada de compuestos químicos cancerígenos al aire del Camp de Tarragona. Les investigaciones, que abordan la cuestión desde una perspectiva analítica, toxicológica y jurídica, ponen en evidencia la falta de regulación efectiva y la necesidad urgente de actuar ante un problema que, según los científicos, “ya no es de desconocimiento, sino de inacción”.

Contaminación demostrada y riesgo para la salud pública

Los estudios confirman que la población del Campo de Tarragona respira desde hace más de una década sustancias como el benceno y el 1,3-butadieno, compuestos altamente tóxicos y reconocidos como cancerígenos. A pesar de las pruebas acumuladas, no se han adoptado medidas reguladoras efectivas, hecho que la Plataforma Cielo Limpio|Neto considera una “grave vulneración del derecho a respirar un aire limpio|neto”.

El informe toxicológico elaborado por la URV propone nuevos límites reguladores basados en periodos más cortos de análisis, con especial atención en los compuestos más peligrosos. Destaca el óxido de etileno, una sustancia altamente tóxica presente en el aire tarraconense y todavía no regulada por ninguna legislación.

Un marco legal suficiente, pero sin aplicación

Los informes señalan que la Generalitat de Catalunya dispone de competencias y herramientas jurídicas suficientes para regular la contaminación industrial, pero no las ha utilizado. Los investigadores proponen aprovechar la futura Ley Catalana de Calidad Atmosférica para introducir controles más estrictos, sanciones efectivas y una revisión de las autorizaciones ambientales de las empresas petroquímicas.

Según la Plataforma Cel Net, “la información existe, los estudios están a disposición de las autoridades y las soluciones son técnicamente viables. No actuar significaría perpetuar una situación de riesgo para la población y de injusticia ambiental para el territorio”.

Aunque recientemente se han adquirido nuevos equipos para reforzar la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica (XVPCA), estos todavía no se han puesto en funcionamiento por falta de personal técnico. Esta situación, denuncian a los investigadores, pone en duda el compromiso de la Generalitat con la protección de la salud pública.

Los nuevos informes, presentados esta semana, representan un punto de inflexión en la denuncia ambiental que la Plataforma Cel Net sostiene desde hace más de una década. “Después de años de no saber qué respiramos, ahora sabemos a ciencia cierta que estamos expuestos continuamente en compuestos tóxicos como el benceno y el 1,3-butadieno”, concluye la plataforma.