Sociedad
La URV destina 40.000 euros a impulsar proyectos de investigación con aplicación empresarial
Los equipos seleccionados obtienen 10.000 euros para impulsar la transferencia de conocimiento y acercar sus investigaciones al mercado

Los galardonados con las ayudas R2B del 2025, con los representantes de la Universidad
La Fundació URV, en colaboración con el Consejo Social y el Vice-Rectorado de Valorización del Conocimiento, Transferencia y Empleabilidad , ha concedido las ayudas R2B (Research tono Business) 2025 a cuatro proyectos de emprendeduría impulsados por investigadores e investigadoras de la Universidad Rovira i Virgili. Todos ellos giran en torno a la salud y la alimentación y han sido premiados con 10.000 euros para facilitar su evolución hacia el mercado y reforzar la transferencia de conocimiento.
Durante el acto de entrega, el rector de la URV, Josep Pallarès, destacó la importancia de generar oportunidades para los proyectos surgidos de la universidad, mientras que Fèlix Boronat, representando de la Generalitat en el Consejo Social, subrayó el valor de transferir la investigación a la sociedad. La vicerrectora Ercilia García animó los premiados a seguir avanzando en sus iniciativas, que ya se encuentran en fase de ejecución.
Los cuatro proyectos galardonados son diversos e innovadores. El proyecto liderado por Begoña Muguerza, del Departamento de Bioquímica y Biotecnología, impulsa la creación de una spin-off para la comercialización de hidrolizados e ingredientes funcionales innovadores, naturales y sostenibles para los sectores alimentario, cosmético y veterinario. Josep Gumà, del Departamento de Medicina y Cirugía, ha desarrollado METAspread, un test|tiesto rápido de orina para la detección precoz de metástasis de cáncer colorrectal, basado en biomarcadores no invasivos y de alta sensibilidad. Ricard Garcia Valls, del Departamento de Ingeniería Química, trabaja en un sensor inteligente biodegradable capaz de indicar en tiempo real la frescura y seguridad de los alimentos, contribuyendo así a reducir el despilfarro alimentario. Finalmente, Eduard Llobet, del Departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática, ha presentado EMAI, un dispositivo no invasivo para detectar brotes epidémicos mediante inteligencia artificial, validado durante la pandemia con una precisión del 97%.
Además, durante la jornada también se presentaron los avances de los proyectos premiados el año anterior. Enrique Calvo, del Departamento de Bioquímica y Biotecnología, expuso una plataforma basada en el gusano Caenorhabditis elegans para estudiar ingredientes bioactivos contra la obesidad. Omar Boutureira, del Departamento de Química Analítica y Química Orgánica, explicó los progresos en el desarrollo de una alternativa a los compuestos PFAS para reducir el impacto ambiental. Noelia Ramírez y Joaquín Escribano, del Departamento de Medicina y Cirugía, trabajan en un muestreador portátil para controlar la exposición a tóxicos atmosféricos, mientras que Joan Josep Carvajal, del Departamento de Química Física e Inorgánica, continúa con el desarrollo de un dispositivo para detectar microplásticos en agua en tiempo real.