Tecnología
El primer barco de carga del mundo con propulsión eólica hace escala en el Puerto Tarragona
Pyxis Ocean dispone de dos velas que ayudan a propulsarlo y le permiten un ahorro
de hasta el 14% del fueloil

El Pyxis Ocean ha supuesto un hito importante en la carrera hacia la descarbonización del transporte marítimo.
El Pyxis Ocean, el primer barco de carga del mundo equipado con tecnología eólica, ha hecho escala esta semana en el Puerto de Tarragona. El fuselaje, propiedad de Cargill Ocean Transportation, ha llegado proveniente del Brasil con una carga de 64.000 toneladas de harina de soja, que se ha desestibado en el Muelle de Aragón.
El Pyxis Ocean representa un paso adelante en la descarbonización del transporte marítimo. Gracias a dos velas WindWings de 37,5 metros de altura, el barco consigue reducir hasta un 14% el consumo de fueloil, el equivalente a un ahorro medio de 3 toneladas de combustible por día. En condiciones óptimas, esta cifra puede llegar hasta las 11 toneladas diarias, lo que supone una reducción de 41 toneladas de CO₂ al día, equivaliendo a retirar 480 coches de la carretera.
Les velas, inspiradas en las alas de un avión y con una superficie total de 750 m², se controlan desde el puente de mando mediante un sistema automático que ajusta su posición según la dirección y la fuerza del viento. Esta tecnología permite que el fuselaje mantenga la misma velocidad que un barco convencional, pero con un consumo energético muy inferior.
Después de seis meses de pruebas en el océano Índico, Pacífico y Atlántico, Pyxis Ocean opera desde marzo de 2024 en rutas comerciales internacionales, conectando puertos asiáticos, americanos y europeos, entre ellos el de Tarragona.
Según datos de la International Windship Association, una cincuentena de barcos por todo el mundo utilizan actualmente algún tipo de propulsión asistida por el viento. Esta apuesta tecnológica contribuye a los objetivos de la Organización Marítima Internacional, que prevé reducir al menos un 20% de las emisiones del transporte marítimo para el 2030 y un 70% para el 2040, con la meta de alcanzar la neutralidad climática en el 2050.