Gastronomía
No es comer, es transmitir historia
Los grandes chefs de la provincia reflexionaron sobre el romesco y su papel a la hora de explicar el territorio

El Palau Ferial acoge el congreso
Cada vez menos gente cocina en casa. Esta fue una de las frases más repetidas por los grandes chefs de la provincia reunidos ayer en el congreso del romesco en una ponencia sobre la innovación culinaria de la salsa. Ante esta situación generacional, los cocineros destacaron las propiedades del romesco para poner remedio. «El romesco es la herramienta para divulgar la historia de nuestro territorio», explicó Rafel Muria, chef del restaurante Quatre Molins. «Uno de mis objetivos es intentar divulgar mi romesco a las generaciones más jóvenes», dijo por su parte Òscar Lafuente, chef del restaurante La Xarxa.
Los diferentes cocineros compartieron su forma de hacer el romesco y como lo han incluido en sus cartas. «En las Tierras del Ebro no se utiliza tanto. Pero a mí es una salsa que siempre me ha gustado. Recuerdo hacer unas albóndigas de atún con romesco», explicó Jeroni Castell, chef del restaurante Les Moles. «Yo los arroces melosos los ato con la picadura, que da mucho sabor», dijo Joan Capilla, chef del restaurante El Algadir. «Nosotros sustituimos la base del romesco con curry, pensando en cómo lo haría alguien que estuviera en Bangkok. Lo utilizamos para hacer cosas diferentes. No soy un purista, creo que aquello importante es que la gente vaya a los restaurantes a probar cosas nuevas», apuntó a Rubén Campos, chef del Rincón de Diego.
Pero la conversación entre los cocineros acabó derivando en el futuro del sector y su visión particular. «Hemos empezado a impulsar lo que denominamos gastronomía regenerativa, donde hacemos que el comensal sale de la experiencia al restaurante conociendo el territorio y con un mensaje aprendido», expuso Capilla. Una opinión que Muria compartió. «Se aprende mucho en un restaurante. Es muy importante inculcar estos valores. La gente viene a disfrutar y aprender», dijo. «Se puede conocer más de una ciudad en un restaurante que en un ‘free tour’», añadió Quach. Para los cocineros, el sector gastronómico se encuentra en un punto muerto. «Tenemos que parar, pensar y mirar hacia atrás. Tenemos que empezar desde las escuelas porque es nuestro futuro. El futuro de la gastronomía irá hacia donde hayamos educado a nuestros niños», expresó Capilla. Los chefs, todos hombres, también abrieron la puerta a cambiar el planteamiento de las jornadas gastronómicas de cada municipio y propusieron centrarlas en el pescado que más se coge en cada momento y darle salida.