Agricutura
La URV mejora cantidad y calidad de la vendimia en el Mas dels Frares gracias a la lluvia
La bodega experimental de la URV cierra la vendimia aumentando la cantidad y la calidad de la cosecha respecto del año pasado.

Estudiantes del Máster internacional Wintour siguen de cerca el proceso de elaboración del vino en la bodega de Mas dels Frares.
La bodega experimental Mas dels Frares, gestionada por la Facultad de Enología de la URV, ha cerrado la vendimia la semana pasada con resultados mucho más positivos que el año pasado. Les lluvias de la primavera han compensado las altas temperaturas de agosto y han permitido incrementar tanto la cantidad como la calidad de la uva cogida.
Según explica el enólogo y responsable de la bodega, Nicolas Rozès, la producción superará los 17.000 kilos de variedades blancas y los 8.000 de negros registrados en el 2023. Además, la calidad también ha experimentado una mejora: “Les variedades negras presentan más color y las blancas, más aroma, cosa que permitirá elaborar mejores vinos”, afirma.
Entre las variedades recogidas destacan el chardonnay, moscatel, parellada, macabeo y moscatel en blanco, y la garnacha negra, sirah, cabernet sauvignon, merlot y tempranillo en negro. Con ellas, la URV elabora espumosos y vinos tintos de diferentes categorías, aunque este año sólo se producirán vinos jóvenes, ya que la bodega entrará en obras de rehabilitación estructural entre enero y junio.
A pesar de la producción, la finalidad principal de Mas dels Frares es formativa e investigadora. Tal como recuerda el decano de la Facultad de Enología, Manuel Suárez Recio, “todo el proceso de elaboración sirve para la docencia en el grado y en el Máster internacional Wintour, y para las recercas de los grupos de la URV”. Este equilibrio entre producción, formación e investigación, añade, “se mantiene consolidado después de más de tres décadas de experiencia”.
Los estudiantes del Máster Wintour, procedentes de todo el mundo, han seguido de cerca la vendimia y han tenido la oportunidad de trabajar directamente en el campo y en la bodega. Para muchos de ellos, más vinculados al turismo que a la enología, ha sido el primer contacto real con un proceso de vinificación.