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Cultura

Dames i Vells estremece con gusto a Sant Salvador

El espectáculo satírico volvió a desplazarse por los barrios de Ponent con un nuevo estreno lleno de humor

La cuarta edición fuera del centro de Tarragona recibió una gran acogida en el Centro Cívico del barrio de Sant Salvador

La cuarta edición fuera del centro de Tarragona recibió una gran acogida en el Centro Cívico del barrio de Sant SalvadorGerard Martí

Adam Diaz Garriga

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Año tras año suceden más cosas de las que hablar y que encienden los debates en las mesas familiares. El Baile hablado de Dames i Vells fue, un año más, el espectáculo perfecto para resolverlos todos. 

La cola kilométrica formada en las puertas del Centro Cívico del barrio de Sant Salvador sería copia idéntica de las últimas dos ediciones, celebradas en Bonavista. Una demostración de éxito total, de espíritu de un nuevo barrio tarraconense que esperaba ansiosamente la sátira del Baile hablado.

Dos pases fueron suficientes para acoger a los asistentes que, a pesar de la previsión meteorológica, pudieron disfrutar del segundo espectáculo a cielo abierto (con algún caza dirección en Salou sobrevolando la actuación). El equipo cómico de Oriol Grau y Fermí Fernández no se dejó nada en el tintero.

Desde Lamine Yamal, pasando por la masificación turística y acabando con Donald Trump. No faltaron tampoco las reivindicaciones contra el genocidio de Gaza, y casi todos los políticos de toda España recibieron «su medicina».

Los gritos de «Mazón dimisión» o la foto de la princesa Leonor en llamas fueron los momentos más aplaudidos. La seriedad, sin embargo, se perdió con cada referencia sexual, normalizadas mientras avanzaba el espectáculo. «Xona», «albóndiga», «higo» o «bolas de dragón» fueron sólo algunas demostraciones del vocabulario que generó «uys» y «ays».

Crítica asegurada

El equipo de gobierno tarraconense fue también el centro de la atención de la sátira. Entre el público, la concejala de Cultura, Sandra Ramos, vio cómo su doble recibía bofetadas o era criticada entre sonrisas sarcásticas. El alcalde, Rubén Viñuales, recibió mil nombres. Desde «Buñuelos» hasta «Puñales». Evidentemente, sin ningún escrúpulo o delicadessa.

El Baile hablado de Dames i Vells volvió a cumplir, con un público satisfecho y estremecido, pero estremecido con gusto. La acogida del barrio se demostró con largas rondas de aplausos, que cerraron el espectáculo pidiendo más y mejor.

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