Política
Las dudas sobrevuelan la salida del Tour en Tarragona
El boicot a la Vuelta y la posición del Gobierno español puede hacer tirar atrás la organización de la prueba ciclista más importante del mundo en Cataluña

Imagen de los antidisturbios de la Policía Nacional ante los ciclistas en la última etapa de la Vuelta en Madrid.
El boicot a la Vuelta Ciclista en España por el genocidio en Gaza ha estado en boca de todo el mundo los últimos días. La prueba deportiva pasó a un segundo plano y las protestas han protagonizado la batalla política en el país. Más allá de ser una nueva polémica que enfrenta los partidos, lo que ha sucedido las últimas semanas puede tener una consecuencia directa en Tarragona, que en diez meses acogerá la salida de una etapa del Tour de Francia. Una prueba en la cual el equipo Israel Premier Tech con mucha probabilidad participe y eso a buen seguro genera muchas dudas sobre la organización de la mayor competición ciclista del mundo.
El lunes, la Unión Ciclista Internacional, la máxima autoridad en el deporte, emitió un comunicado donde criticaba la posición del Gobierno estatal y ponía en duda la capacidad de España para acoger «grandes acontecimientos deportivos internacionales» en condiciones de seguridad. Medios especializados en ciclismo como Sporza ya han publicado que Amaury Sport Organisation (ASO), la empresa organizadora del Tour, pedirá garantías de seguridad al Gobierno. De momento, preguntados por este medio, desde la Conselleria d'Esports de la Generalitat y desde el Ayuntamiento de Tarragona no se quieren hacer comentarios al respecto. Quien sí que habló ayer fue David Escudé, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, quien pidió vetar el equipo israelí o que, si compite, no lo haga bajo la bandera del país, en declaraciones en Betevé. Barcelona en Comú reclama al alcalde Jaume Collboni que no se celebre la salida si no se expulsa el equipo israelí. Hay que tener en cuenta que la fiesta del Tour en Cataluña va a cargo de Barcelona, quien ha pagado más de 9 millones de euros para acoger la competición.
Este veto ahora mismo parece poco probable. Más todavía después del comunicado del UCI, el órgano competente para levantar una restricción así. Los equipos ciclistas profesionales se agrupan en diferentes categorías según los puntos que consiguen sus corredores durante la temporada a las diferentes pruebas. Según el ranking actual, es el 13.º mejor equipo del mundo. En el Tour compiten 23 equipos. Por lo tanto, si sólo miramos los méritos deportivos, el conjunto israelí tendría que competer a la Grande Boucle el próximo año en Tarragona. Ahora bien, quien también podría aplicar un veto sería el Comitè Olímpic Internacional (COI), tal como hizo con Rusia hace años. De hecho, José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes, así lo pidió ayer a la institución olímpica. Sin embargo, el COI ha manifestado que Israel cumple con la carta olímpica.
Dentro de bastantes meses nadie sabe cómo estará Gaza, si las muertes habrán acabado o si, sin embargo, las protestas sociales en España y Cataluña minorarán o continuarán firmes. Antes del Tour, el próximo marzo se celebrará la Volta a Cataluña, una prueba de una semana donde este año ya participó el equipo Israel-Premier Tech. Si volviera a participar, lo que pasara durante la competición catalana podría ser una antesala del Tour. Con toda esta combinación de elementos, es probable que la organización del Tour se esté planteando no salir desde Cataluña. Ya no sólo por un plano deportivo, sino comercial, ya que están en juego grandes patrocinios que sostienen la competición y su propia imagen. Es decir, si una etapa acaba a medias, la organización queda mal en el plano deportivo, pero tendrá un gran problema con los anunciantes que han pagado para salir en la línea de meta o en el podio, en aquellos instantes en que la audiencia televisiva es más numerosa. El Tour habrá tomado nota de lo que ha pasado en la Vuelta, que ha intentado, sin éxito, mantener la normalidad de la prueba. Se calcula que el impacto económico del Tour de Francia es de 34 millones de euros al día. Un espectáculo deportivo incomparable, que puede volver a Cataluña y llegar a Tarragona. O no.