Reportaje
Folclore y emprendeduría: la Santa Tecla hecha en casa
Desde camisetas hasta juguetes, cada vez más tarraconenses crean y venden su propio merchandising

Un bebé con los patitos de goma de Amparitos, que representan el Águila, la Mulassa, el Dragón y la Cucafera.
Santa Tecla tiene muchos rituales. Uno de ellos, poco explicado, son las colas. En el mercado, en el vestíbulo del Teatro Tarragona o en cualquier punto de venta, los tarraconenses se alinean con paciencia para conseguir abanicos, bolsas o camisetas que, año tras año, se convierten en el uniforme colectivo de la fiesta mayor. De hecho, los tarraconenses son tan fanáticos del merchandising que no tienen bastante con el oficial. «Cada año intentábamos coleccionar el máximo de camisetas de Santa Tecla posibles. Hasta que un día decidimos diseñar nuestra propia pieza», recuerda a Andrés Álvarez. Así nació La Tecla Nostra, un proyecto surgido del «friquismo» de un grupo de amigos que ha acabado convirtiéndose en tendencia. La primera edición, hace tres años, se basaba en la película El Padrino. «Pensábamos que haríamos cuatro y acabamos imprimiendo una setentena».
El año siguiente, una camiseta inspirada en la estética del videojuego GTA consolidó la iniciativa. Y este año, la versión Santa Tecla Bros ya ha superado las 300 piezas vendidas en línea (lateclanostra.com). Esta convierte a Mario i Luigi en diablos, pintando un grafiti en la parte delantera, mientras que los elementos del séquito transformados en personajes de videojuego ocupan la espalda. «Al final buscamos una conexión entre Santa Tecla y su gente con elementos de la moda actual y el estilo urbano», explica Álvarez. Tanto es así que este septiembre el proyecto se ha convertido en asociación para organizar la Blockfest, una jornada de rap, breakdance y grafiti incluída dentro del programa oficial. «Siempre nos quejábamos de que en Tarragona no había nada underground. Pues lo hacemos nosotros», añade.

Andrés Álvarez llevando la nueva camiseta de La Tecla Nostra, inspirada en Super Mario Bros.
Álvarez no es el único tarraconense que ha decidido plasmar su pasión por la fiesta en una camiseta. De hecho, la oferta es tan amplia que escoger un único diseño se complica. Més Mamadetes, menys drames y No Amparito no party, estas son las propuestas de este año de la Xènia Oliver (@xeniaolvi.crea), que optan por un estilo minimalista pero contundente. «Era una manera de homenajear este himno que este año está de aniversario», explica la diseñadora gráfica. «Hace muchísima ilusión encontrar a alguien por la calle con la camiseta, sobre todo cuando es alguien que no conoces», asegura.

Imagen de la parte posterior de la camiseta de la Tecla Nuestra.
Más allá del textil
Si bien las camisetas son uno de los elementos más populares, el merchandising alternativo no se limita al textil. Llaveros, figuras, joyas e incluso juegos de mesa, como el recientemente estrenado Missió Seguici, permiten disfrutar de la fiesta mayor desde el comedor de casa. Ahora, gracias a los Amparitos, también se puede hacer desde la bañera. Y es que Maria Robledo y David Vázquez decidieron convertir la insistencia de su hijo en una realidad, y las bestias del séquito en patitos de goma. «Quería jugar siempre a la bañera, pero era muy pequeño y no entendía que muchos juguetes no se pueden poner en el agua», explica Robledo.
Así, la pareja decidió crear las suyas. Ambos iniciaron este proyecto con muchos interrogantes, pero con un objetivo claro: el producto tenía que ser de calidad y seguro para los niños. No fue fácil, pero se consiguió. «Les juguetes son herméticas, no tienen ningún agujerito por donde pueda entrar el agua. Los niños se lo llevan todo en la boca, y todas las bacterias que crecen en el interior pueden provocar infecciones», apunta Robledo. Además, explica, están elaboradas con caucho natural, y pintados a mano con pinturas ecológicas. De momento, la colección cuenta con el Drac, la Mulassa, la Cucafera y el Àliga, aunque el objetivo es completarla. Los patos se pueden comprar a la tienda El Lloro y a la librería La Capona, así como en la web amparitos.cat.