Diari Més

Investigación

Una investigación de la URV consigue sintetizar microcápsulas con plásticos de origen natural

El nuevo sistema permitiría sustituir los compuestos tóxicos utilizados para encapsular detergentes, entre otros usos

Aparato que han utilizado para elaborar las cápsulas de alginato y PEGDA.

Aparato que han utilizado para elaborar las cápsulas de alginato y PEGDA.

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Una investigación de la Universidad Rovira y Virgili (URV) ha conseguido sintetizar microcápsulas a partir de plásticos de origen natural, más respetuosos con el medio ambiente que los utilizados actualmente. Estas microcápsulas se usan en la industria para almacenar productos -como detergentes, cosméticos o alimentos-, pero están hechas de compuestos tóxicos y, una vez se han vaciado, no son biodegradables y pueden representar un riesgo para la salud.

Los científicos de la URV han propuesto cápsulas de doble capa, elaboradas con alginato y PEGDA, dos sustancias que combinan biodegrabilidad con resistencia. Tradicionalmente, estas microcápsulas se sintetizan con polímeros derivados del formaldehído, una sustancia química conocida por sus efectos nocivos sobre el organismo. Si quedan en la ropa, entran en contacto directamente con nuestra piel.

Si, en cambio, se las lleva el agua de la lavadora, van a parar a las depuradoras que, incapaces de filtrarlas, las vuelven a liberar río abajo hasta llegar al mar donde, inevitablemente, entran en la cadena trófica, de la que los humanos somos el último eslabón. Las cápsulas elaboradas en la URV están hechas con alginato y PEGDA. El alginato es un polímero natural extracto de las algas pardas del Mediterráneo.

Es un material renovable y abundante que destaca por su capacidad de gelificar y formar redes poliméricas biodegradables. Sin embargo, las cápsulas hechas exclusivamente de alginato no tienen bastante resistencia para soportar las condiciones exigentes del proceso industrial o las fuerzas mecánicas y las presiones del transporte. Para mejorar esta robustez, se forma una red entre el alginato y el PEGDA, un polímero sintético pero biocompatible -que interactúa con un sistema biológico sin causarle daños- que le aporta estabilidad térmica y mecánica.

Con el fin de conocer sus propiedades, el equipo investigador sometió las cápsulas a una batería de pruebas, una especie de control de calidad, que ha revelado resultados "alentadores", según la universidad. Más allá de las propiedades de las cápsulas, el equipo investigador ha puesto en valor las ventajas del proceso de fabricación.

Gracias a su relativa simplicidad es fácilmente escalable en entornos industriales y permite la producción continua de cápsulas, en una especie de cadena industrial: "El proceso de extrusión es sencillo, económico y escalable; eso, junto con las propiedades de las cápsulas, lo hacen una alternativa con mucho de potencial y atractiva para la industria", ha defendido Marta Giamberini, investigadora del Departamento de Ingeniería Química de la URV y coautora de la investigación.

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