Urbanismo
El Mas de la Creu de Tarragona se encuentra ‘okupado’ mientras se proyecta su reforma y recuperación
Territorio pide un estudio de impacto ambiental y duda del proyecto de campos de fútbol en la Anella Verda

El Mas de la Creu de Tarragona está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional.
El Mas de la Creu de Tarragona, bien Cultural de Interés Nacional, se encuentra okupado. Según ha podido saber el Diari Més, el inmueble histórico está habitado. El Arzobispado de Tarragona, su propietario, hace años que lo tiene cerrado. Durante mucho tiempo no se ha oído hablar, hasta que ha empezado a ponerse en marcha un nuevo proyecto para construir ocho campos de fútbol en la zona próxima de la Anella Verda.
Esta obra contempla la rehabilitación y recuperación de la masía, tal como avanzó este medio. Ahora bien, esta voluntad sorprendió a la archidiócesis, que no pactó la reforma del inmueble con los promotores del proyecto, Tarraco Sports.
Fuentes del Arzobispado explican que el contrato de cesión del espacio se firmó hace años y no acaba de convencer al arzobispo Joan Planellas. De hecho, el plan de los promotores es conectar los campos de fútbol y la masía con un vial y habilitar un acceso desde la carretera. Planellas se reunirá próximamente con Gepec y otras entidades ecologistas para discutir sobre el proyecto y su posible impacto ambiental.
La construcción de los nuevos campos se trabaja de forma conjunta con el colegio Sant Pau Apòstol, ya que se prevé que los equipos de su escuela, unos 300 niños, hagan uso. En total, si se da luz verde, se afectarán unos 230.000 m2. Más allá de los campos deportivos, se prevén instalaciones de todo tipo: oficinas, piscina, bar, restaurante, almacenes, habitaciones residenciales, salas de fisioterapia, gimnasios y salas polivalentes. El estudio de viabilidad prevé incluso la posibilidad de instalaciones de carácter comercial como la venta de equipamiento deportivo.
Un encaje con el entorno natural de la Anella Verda que está estudiando el Departamento de Territorio. Recientemente, Marc Vilahur, director general de Políticas Ambientales y Medio Ambiente, ha emitido el informe de impacto ambiental del proyecto.
Proyecto incompleto
En el informe, el departamento de la Generalitat expone sus dudas sobre la lógica del proyecto y expone que el Proyecto de actuación específica (PAE) presentado por los promotores está incompleto. Los Servicios Territoriales de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación concluyen que no se puede hacer un informe favorable del proyecto e indican que la memoria del PAE no justifica la necesidad de disponer de todas las instalaciones, que podrían estar «sobredimensionadas».
«Complejo turístico deportivo»
El director general de Políticas Ambientales y Medio Ambiente considera que el proyecto presentado se puede asimilar a un «complejo turístico deportivo» con una gran cantidad de instalaciones de todo tipo, hecho que «excede abastecimiento» el artículo de la norma urbanística que esgrimen los promotores.
Vilahur también expone que no se valora la posibilidad que los equipos del colegio utilicen otras instalaciones municipales, ni tampoco el campo de fútbol del Roqueral, en propiedad del Arzobispado y anexo a la escuela, «mucho más lógico con respecto a la movilidad».
La última novedad respecto de este antiguo campo es que el gobierno municipal valoraba hacer un aparcamiento público, aunque no se ha avanzado en este sentido. La archidiócesis se ha mostrado abierta a explorar esta posibilidad, pero no ha habido contactos.
Sin justificación
Por último, el informe concluye que la escuela no necesitaría ocho campos de fútbol y que no se justifica la necesidad de las otras instalaciones. Así, Vilahur resuelve que el proyecto se tiene que someter a una evaluación de impacto ambiental por sus posibles efectos y que los promotores tienen que elaborar un estudio ambiental antes de dar el visto bueno.