Sant Magí
El Mercado Central se llena de sandía y sonrisas
Ayer el recinto volvió a acoger la tradicional Sindriada solidaria, este año acompañada de una parada de joyas dentales

Imagen de una familia disfrutando de sus trozos de sandía en el Mercado Central de Tarragona.
No es ningún secreto, el calor de agosto es insoportable, y los tarraconenses estamos hartos de sudar. Ayer, sin embargo, la ciudad se refrescaba con una de sus tradiciones más dulces y solidarias: la Sindriada de Sant Magí. Como cada año, los trozos de sandía volvían a ser los protagonistas de los mercados tarraconenses, donde se realizaba el clásico intercambio de un euro por pieza, destinado a financiar proyectos de Creu Roja Joventut.
Por la mañana fue el turno del Mercado de Torreforta, mientras que por la tarde la fruta se repartió en el Mercado Central, donde Núria Escardó y María José Martínez eran las primeras en la cola. «Hemos encontrado mesa y todo», comentaba Escardó orgullosa. «Venimos cada año, es por una buena causa y nos motiva un poco para salir de casa estos días, que quizás cuesta más», apuntaba Martínez.
Otros venían por primera vez, como Giselle y Susi —de Madrid y el Reino Unido— que visitaban el mercado y chocaron con la parada. «Nos han informado de la iniciativa y no hemos dudado en colaborar, nos encanta la sandía y más si es por una causa social», afirmaba la primera. Este año el carillón no pudo marcar el inicio de la campaña, ya que se encuentra fuera de servicio por tareas de mantenimiento, y algunos asistentes echaron de menos esta bienvenida. «Estamos un poco decepcionados que continúe estropeado», admitía Óscar Gordillo, acompañado de su mujer y sus hijas. «La verdad es que esperábamos un poco más de animación, como otros años, pero todo sea por una buena causa», añadía Mònica Jordán.
Y es que este año el entretenimiento era un poco diferente. En vez de espectáculos musicales, en el centro del mercado había una parada donde podías decorar tus dientes con un brillante. Sí, como los que lleva Rosalia. Sólo había que entregar un ticket de compra del mercado, superior a 20 euros, por sumarse a la moda. «Ha sido un poco improvisado, lo he visto y he pensado: ¿por qué no?», explicaba Teodora Cindea, una de las atrevidas. También visitó el Mercado Central la consejera Sandra Ramos, que repartió algunos de los trozos a los asistentes. «Siempre es bonito tener un acto solidario en el programa de fiestas, y ver cómo la gente ya lo tiene como tradición», afirmaba.