Arqueología
El Anfiteatro sigue escondiendo incógnitas
El Ayuntamiento de Tarragona llevó a cabo prospecciones arqueológicas en la zona para estudiar el subsuelo

Este tipo de trabajos no se habían hecho antes en esta zona del anfiteatro.
El pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Tarragona llevó a cabo prospecciones arqueológicas en torno a la escuela Miracle, para estudiar el subsuelo de la zona. Unas intervenciones que nunca antes se habían hecho. Pasados unos meses, los resultados obtenidos son diversos.
Los datos obtenidos en los tres ámbitos explorados presentan diferencias importantes, centrados sobre todo en el alcance en profundidad. El área de mayor interés se centra en la Plaza M. Bertran, donde se espera la continuidad de los restos más orientales del Anfiteatro.
Los datos obtenidos en esta área no ha ofrecido indicios concluyentes de esta continuidad. Aun y eso, hace falta tener en cuenta que el alcance militado del georradar en este contexto, puede no haber sido suficiente para la detección de estas posibles estructuras, indican desde el consistorio. Esta técnica no se había utilizado antes en este lugar.
Por el contrario, la prospección en este ámbito ha permitido afianzar la detección de una estructura lineal de cerca de 34 metros de longitud, que podría responder en un muro de contención o bien alguna otra estructura constructiva. Este elemento se había descrito en una prospección de menor resolución y extensión en el año 2007.
Los técnicos remarcan que el extremo oeste del posible muro 8 coincide con el límite teórico de la elipse del Anfiteatro. «Los estudios han permitido concluir que el extremo oeste del posible muro coincide con el límite teórico de la elipse del monumento con su geometría conocida», explica Joan Menchón, arqueólogo municipal.
Vertido de tierras
A pesar de eso, son pocos los elementos que se podrían relacionar con la estructura del Anfiteatro. Según los resultados de los técnicos, se tiene que tener en cuenta que la zona adyacente a la Plaza por el oeste muestra una capa de rellenos heterogéneos que parecen indicar el vertido de tierras al menos en las cotas más superficiales.
Dentro del área explorada, se ha identificado como una región con depósitos heterogéneos o nivel de derribo, que podría responder a la continuidad de algún tipo de estructura relacionada con el Anfiteatro. «Hay una incógnita con respecto a las tareas de derribo de un edificio relacionado con el Anfiteatro. No se puede descartar que estuviera también relacionado con la antigua prisión», expone Menchón.
El Anfiteatro, uno de los monumentos principales de la ciudad, se construyó al principio del siglo II d.C. y fue objeto de reformas en el año 221, como indica la inscripción de 140 m, la más larga del Imperio, que coronaba el podio.