Obras
Empiezan los trabajos previos para convertir el antiguo restaurante Sol Ric en un McDonald's
El promotor está llevando a cabo excavaciones, autorizadas por la Generalitat, para hacer el estudio arqueológico

Se han realizado prospecciones arqueológicas en los terrenos del antiguo Sol Ric.
El antiguo restaurante Sol Ric ha empezado un proceso de transformación para convertirse en un McDonald's. Como explicó Diari Més el pasado mes de febrero, la cadena de comida rápida se instalará en este emblemático establecimiento de la Vall de l'Arrabassada que tuvo que bajar la persiana en diciembre de 2022 después de más de 60 años de actividad.
En las últimas semanas, el promotor del proyecto ha abierto zanjas en la finca situada en el número 157 de la Vía Augusta después de haber recibido la autorización por parte del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya. Estas excavaciones son para el estudio arqueológico previo a la construcción del nuevo restaurante. Por otra parte, el Ayuntamiento de Tarragona está tramitando la licencia de obras solicitada por la empresa.
Todavía se desconoce la fecha de apertura de este local, que se convertirá en el quinto establecimiento de McDonald's en la ciudad. El que se construirá próximamente en los terrenos del antiguo Sol Ric, se sumará a los que ya tiene la marca en las Gavarres, el Parc Central, la Rambla Nova y la carretera Vella de València, al lado del tanatorio municipal. El restaurante de l'Arrabassada contará con parking propio y ofrecerá todos los servicios habituales de la cadena de comida rápida, como el McAuto, el servicio a domicilio o el McCafè.
La última apertura, en el 2021
La cadena tiene un centenar de establecimientos en Cataluña y más de 600 en toda España. La última inauguración de McDonald's en Tarragona fue en primavera del 2021, cuando abrió las puertas de su restaurante en el número 92 de la Rambla. Cuatro años después, se construirá un nuevo local en un espacio icónico.
El restaurante Sol Ric, situado en una de las entradas principales de la ciudad, se popularizó por la celebración de calçotades. Después de más de seis décadas de historia y de haber pasado por las manos de varios propietarios, el negocio bajó la persiana por última vez a finales del 2022. Desde entonces, el espacio ha quedado abandonado.
Ahora, se han iniciado los trámites para que la finca se vuelva a reactivar. Eso sí, lo hará como un local de comida rápida y no como uno de los estandartes de la restauración tarraconense —con gastronomía tradicional catalana— que había sido en sus últimos años.