Educación
Casi 4 de cada 10 alumnos escolarizados en Tarragona tienen alguna necesidad especial
El alumnado NESE en Cataluña ha aumentado un 59,4% desde el 2017, especialmente con TEA

Imagen del Colegio Santa Teresa de Jesús de Tarragona, ubicada en la Rambla Nova.
Casi cuatro de cada diez alumnos escolarizados en centros ordinarios en Tarragona ciudad tienen alguna necesidad específica de apoyo educativo (NESE). Esta es la fotografía que deja el curso 2024-2025, según los datos del Departamento de Educación, que también revelan que en el conjunto del Camp de Tarragona hay 7.631 alumnos con diferentes grados y tipo de discapacidades o trastornos diagnosticados. Hay que tener en cuenta que el concepto NESE incluye a todos aquellos alumnos que necesitan medidas específicas para avanzar en su aprendizaje.
Así, el grupo no sólo recoge a niños con diversidad funcional, sino también alumnos con altas capacidades, dificultades derivadas de situaciones socioeconómicas complejas o estudiantes recién llegados que se han incorporado tardíamente al sistema educativo. Dentro de esta categoría, los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) son aquellos que presentan discapacidades, trastornos de desarrollo o de conducta que requieren apoyos más intensivos y específicos.
Según expone el último informe de la educación inclusiva en Cataluña del Síndico de Agravios, publicado el pasado mes de enero, el alumnado con necesidades educativas especiales escolarizado en la educación infantil de segundo ciclo, primaria y ESO ha aumentado un 59,4%, desde el curso 2017/2018. Este incremento, afirma, se explica por un «aumento de la detección de alumnado con NEE que ya constaba escolarizado sin que se hubieran reconocido sus necesidades».
Según se explica en el documento, ha crecido especialmente la detección de alumnado con TEA, con un aumento del 111,3%. Este es, explica, el tipo de diagnóstico más prevalente entre el alumnado, con 1,37%. El número de docentes que atienden a este alumnado dentro del aula ordinaria también ha aumentado, concretamente un 124%. Así y todo, el informe concluye que los recursos siguen siendo insuficientes. De hecho, en el año 2023, la institución recibió 200 quejas relacionadas con la inclusión escolar.
«Para nosotros la educación inclusiva es una convicción profunda»
«Para nosotros la educación inclusiva es una convicción profunda», asegura el director pedagógico de la escuela, Jordi Tinoco. Así, afirma, las declaraciones hechas a este medio por parte de una familia del colegio, que afirmaba que el aprendizaje de su hijo con TEA y dislexia había quedado «estancado», fueron recibidas con «mucha tristeza» por parte del equipo docente.
«No es cierto que no se haya atendido el alumno», asegura Tinoco, que defiende que «se activaron todos los recursos disponibles para garantizar su inclusión», como la elaboración de un plan individualizado adaptado a la evolución del estudiante, revisado de manera periódica, y «numerosas atenciones individualizadas y reuniones con la familia y la EAP».
El centro, señala, dispone de un Apoyo Intensivo para la Escolarización Inclusiva (SIEI), y un equipo de profesionales especializados, como psicopedagogos, logopedas o terapeutas, que trabajan para crear estos planes. «Los alumnos NESE no son separados del grupo ordinario, sino que participan en el aula con los compañeros y reciben atenciones puntuales fuera de ella», apunta.
Además, asegura, el centro sí que escuchó las peticiones de la familia, e incrementó la dificultad de los contenidos, pero «el alumno no pudo seguir el ritmo». «Sabemos que hay situaciones complejas, pero siempre actuamos poniendo al niño en el centro», concluye.