Patrimonio
Las nuevas obras de restauración de la Muralla de Tarragona se iniciarán después de Santa Tecla
Incasòl adjudicó el mes pasado la rehabilitación del tramo correspondiente a la bajada del Roser, pendiente desde el 2018

Imagen de la Muralla romana de Tarragona en el tramo adyacente a la bajada del Roser, donde|dónde se llevarán a cabo las obras
La sexta fase de las obras de restauración de la Muralla de Tarragona, correspondiendo en el tramo de la bajada del Roser, se iniciarán después de Santa Tecla. El Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) adjudicó los trabajos a la empresa Solvetia SL el mes pasado, pero las máquinas no empezarán a trabajar hasta el otoño.
Así lo avanza el conseller de Patrimoni del Ajuntament, Nacho García Latorre, quien explica que se ha tomado esta decisión para no entorpecer la celebración de la Fiesta Mayor, teniendo en cuenta que gran parte de los actos tienen lugar en la Parte Alta.
Y es que está previsto que el plazo de ejecución sea de ocho meses. Esta intervención forma parte del convenio firmado entre la Generalitat y el consistorio tarraconense el año 2018, pero los trámites burocráticos y los años sin presupuestos por parte de la administración autonómica han hecho que las obras se demoren hasta este 2025, coincidiendo con el 25.º aniversario de la declaración de Tarraco como Patrimonio Mundial.
Según el proyecto ejecutivo, se llevará a cabo una rehabilitación estructural y funcional para garantizar la estabilidad de la Muralla, que por un lado da a la bajada del Roser y, por el otro, en el interior del Paseo Arqueológico. Asimismo, se adecuarán parcialmente los accesos interiores para facilitar las futuras tareas de mantenimiento. Por otra parte, se pavimentará el paso de ronda y se habilitará este paso elevado para que pueda abrirse al público, como aparte del recorrido que conduce a la parte superior del Fortín Negro.
También se plantea hacer la preinstalación eléctrica y del alumbrado, todo y que no su implantación definitiva, debido a las «limitaciones presupuestarias». Tampoco está previsto en esta intervención el montaje de barandillas y otros elementos de cerrajería dentro de este espacio.
Este proyecto afectará a 263 metros cuadrados de superficie construida de este monumento romano. Concretamente, en el tramo adyacente a la bajada del Roser, donde ya se llevaron a cabo diferentes actuaciones los años 2010 y 2011.
Entre el 2016 y 2017, se llevó a cabo la última intervención con la fase V de las obras de restauración de la Muralla. En este caso, los trabajos duraron cinco meses. Se reforzaron los muros internos y se extrajo el material del relleno que provocaba empuje en la estructura, con el fin de evitar posibles hundimientos. También se sustituyó el forjado del paso de ronda para evitar la acción de filtraciones del agua de lluvia.

Tram inacabat del sector del pas de ronda executat l’any 2016.
Siguiendo el Plan Director
Después de años de espera, este 2025 se volverá a actuar en el monumento más antiguo conservado de la antigua Tarraco. El proyecto que se llevará a cabo a partir del otoño responde a las indicaciones del Plan Director de la muralla, que se empezó a elaborar hace una década y se presentó en el 2016.
Este documento pactado entre la Generalitat y el Ayuntamiento pretende establecer las pautas para guiar las actuaciones de restauración para garantizar su protección y conservación, o asear el conjunto monumental y activar sus potencialidades para mejorar la experiencia de su visita, entre otros.