Concurso
El trasfondo que nadie ve del espectáculo de fuegos de Tarragona
Los pirotécnicos y las fuerzas de seguridad trabajan para garantizar un gran concurso

Varios agentes de la Guardia Civil inspeccionan la zona de la pirotecnia cada día antes y después del concurso.
Antes y después del gran espectáculo de los fuegos artificiales, de los aplausos y de las deliberaciones del jurado, hay un trasfondo del concurso que nadie ve. Son las seis de la mañana y los ocho trabajadores de la Pirotecnia Valenciana, de Lanera de Ranes, ya empiezan a montar su show y distribuyen los fuegos en torno a la punta del Miracle. Pero tienen que esperar que lleguen los agentes de seguridad armados para empezar a distribuir la pólvora y arreglar los explosivos. Un poco más tarde, llega la Guardia Civil.
«Comprobamos los calibres con los cuales tirarán. También su orientación. A partir de aquí, se marca el radio del espacio de seguridad», explica Jose, agente de Intervención de Armas y Explosivos. Agentes y pirotécnicos recorren juntos la zona. ¿«No está este cañón demasiado cerca de la palmera»?, preguntan. Los concursantes se lo remiran. «Este es de los pocos lugares en España donde hay tanto espacio para distribuir los fuegos», dicen los valencianos. Se analiza y se comprueba el material que, una vez colocado, se tapa con papel de plata. Así, los pirotécnicos pueden saber si ha quedado alguno por detonar una vez finaliza el espectáculo. «También hay un control más de documentación, ya que todos los técnicos y aprendices tienen que tener su carné de artillero», expone el agente.
Desde el montaje hasta el encendido de los fuegos, pueden pasar unas 14 horas. En todo momento, al tratarse de explosivos, la ley marca que la zona está vigilada por agentes de seguridad armados. «Hacemos otro control por la tarde, una vez ya está todo colocado definitivamente. También para asegurarnos de que no hay gente en zonas de peligro», indica el agente de la Guardia Civil. Un dispositivo que no todo el mundo sigue. «Hay gente que accede y no es o no quiere ser consciente. Que por rutina diaria pasa por la zona y durante estos días pues no se puede. Se tiene que concienciar a la ciudadanía de que no está cortado por gusto, sino por su seguridad», añade al policía.
La tecnología avanza
El sector de los fuegos artificiales avanza también tecnológicamente. Y su logística también cambia. «Nos tenemos que adaptar también nosotros a nivel normativo. Antes se disparaba con mecha. Después, se ha pasado al sistema eléctrico», dice el agente. Antiguamente, los pirotécnicos tiraban las frecuencias casi a oído. «Ya se ha avanzado a la programación digital y ya no se tira cable, sino que se va con radiofrecuencia. Cada pirotecnia tiene su sistema», explica el agente de la Guardia Civil. También depende del país de procedencia. «Sobre todo en el montaje. Por ejemplo, el año pasado la pirotécnica francesa trabajaba con madera», añade.
Incidentes mínimos
En los últimos años, no se han producido incidentes destacables. «Alguna vez hemos tenido algún incendio de alguna palmera, pero nada grave», añade. Por la noche, mientras los tarraconenses se marchen del Miracle, los pirotécnicos lo desmontarán todo para que llegue la siguiente pirotecnia a la ciudad.