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Política

Los estatutos de la nueva asociación metropolitana regularán la participación de entes públicos y privados

La Diputación, los consejos comarcales y la delegación del Govern colaborarán de forma externa

Imagen de archivo de la reunión del Grupo Impulsor que se celebró en junio del 2024.

Imagen de archivo de la reunión del Grupo Impulsor que se celebró en junio del 2024.Diputación de Tarragona

John Bugarin
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Los ayuntamientos de Tarragona, Reus, Cambrils, Salou, Valls, Constantí y la Canonja se constituirán en una asociación de entes locales para hacer avanzar el Área Metropolitana del Camp de Tarragona. Así lo acordaron los alcaldes y alcaldesas de estos municipios durante la reunión del Grupo Impulsor celebrada el pasado lunes. Este nuevo instrumento no contará con la presencia de la Diputación de Tarragona, aunque la administración provincial seguirá dando apoyo económico y técnico a través de un convenio de colaboración.

Además, se encargará de redactar los estatutos de la asociación, la cual se prevé que se constituya el próximo 20 de octubre en la Canonja, que se convertirá en la sede de este nuevo ente metropolitano. Entre otros, este reglamento regulará la incorporación de nuevos ayuntamientos, así como la participación de otras entidades públicas y privadas que no pueden integrarse como socios. Podría ser el caso del Port de Tarragona, Pimec o ImpulsCatSud, los cuales ya han mostrado interés en formar parte de algunos grupos de trabajo; así como la Universidad Rovira i Virgili (URV) o empresas de la demarcación.

Los técnicos de la Diputación estudian las fórmulas legales para darles cabida, aunque no esté de forma directa, en este espacio de gobernanza. Y es que, según la normativa —Decreto 110/1996, de 2 de abril—, sólo pueden ser miembros de una asociación de entes locales «los municipios, las comarcas, la provincia, las entidades municipales descentralizadas, las entidades metropolitanas y las mancomunidades de municipios». En el caso de la Diputación, los consejos comarcales o la delegación del Govern en Tarragona, han optado por dar apoyo de forma externa, con convenios u otras vías.

Este verano se presentará una primera propuesta de estatutos, que se tendrán que aprobar entre septiembre y principios de octubre por los plenos de todos los municipios miembros antes de constituir la asociación.

Valoraciones positivas

«Hasta ahora, ayudábamos a los municipios. A partir de ahora, ayudaremos al nuevo ente», señaló la presidenta de la Diputación, Noemí Llauradó, después de la última reunión del Grupo Impulsor. «Hoy se ha dado un paso importante de concreción hacia el avance del área metropolitana», remarcó. Coincidía el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, quien explicó que el hecho de constituirse como asociación ha sido «una decisión clave para dotarnos de personalidad jurídica y poder acceder a las líneas de financiación europeas». Además, apuntó que «se abrirá las puertas, a partir del 2026, en la incorporación de otras entidades públicas y privadas, fortaleciendo más nuestro ecosistema de gobernanza».

También lo apuntaba Sandra Guaita, alcaldesa de Reus, quien afirmó que «esta estructura nos da legitimidad y capacidad para presentar proyectos con impacto y visión de futuro». «Seguimos dando pasas para definir al modelo de desarrollo que queremos para el Camp de Tarragona y para mejorar la vida de nuestros ciudadanos y ciudadanas». Por su parte, Pere Granados, alcalde de Salou, indicaba que el objetivo tiene que ser «impulsar una herramienta que sea ágil, operativa y eficaz para consolidar una estructura metropolitana en el futuro». «Esta fórmula facilitará la cooperación intermunicipal y establecerá las bases para desarrollar proyectos conjuntos de territorio», añadió.

La alcaldesa de Valls, Dolors Farré, también señaló que se ha dado «un nuevo paso adelante» y que «ahora toca trabajar para que la futura asociación sea un instrumento útil y eficaz». «Como hemos hecho en todo este proceso, Valls se suma desde el minuto cero», remarcó. El alcalde de Cambrils, Oliver Klein, destacó el «acuerdo unánime» de los «ayuntamientos promotores» en «la forma de gestionar esta reivindicación del territorio». A pesar de eso, avisaba de que «se tiene que encontrar una solución a la no participación de Vila-seca, un vecino con el cual tenemos una relación intensa, y con lo que necesitamos contar, por lo cual haremos todo el posible para que así sea».

El alcalde de Vila-seca, Pere Segura, no ha participado en las dos últimas reuniones del Grupo Impulsor a raíz de la polémica por la estación Intermodal. Fuentes del consistorio villa-secano apuntan que se continúa en la línea de «recuperar la confianza» y «a día de hoy no formará parte de ninguna asociación». El Grupo Impulsor espera que, en los cuatro meses que quedan para constituir el nuevo ente, se reconduzca la situación.

Instrumentos de gestión

El Grupo Impulsor destacó otras alternativas como la mancomunidad, la fundación o el consorcio. La asociación fue la opción recomendada por los secretarios generales e interventores, dada su implementación rápida y asumible. Este nuevo ente, que tendrá un carácter estratégico e institucional, no puede gestionar los servicios de los municipios que lo integrarán y estos no podrán delegar el ejercicio de esta competencia. Por eso, la asociación se basará en instrumentos de gestión compartida ya existentes, como la mancomunidad de residuos, o de nueva creación, como la futura Oficina para el desarrollo y competitividad del Camp de Tarragona, donde las entidades públicas y privadas podrían jugar un papel más importante.

Confeccionar la estrategia metropolitana

La Diputación de Tarragona ha encargado a la consultora barcelonesa Daleph la redacción de una estrategia territorial con dimensión metropolitana, así como el correspondiente plan de acción para su implementación. En los próximos nueve meses, se definirá la hoja de ruta para ordenar el territorio fomentando la cohesión social, la innovación digital y la sostenibilidad; y para mejorar la gestión compartida de los servicios públicos.
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