Diari Més
Carlos Vargas

Jefe de la sección de desarrollo docente en la UNESCO

Entrevista

Carlos Vargas: «La educación está pensada como una fábrica de certificados y se olvida de que su propósito va más allá de los títulos»

El jefe de la sección de desarrollo docente en la UNESCO alerta de la situación del profesores globalmente y analiza la relación entre la educación y la política, así como sus retos de futuro

Vargas fue el encargado de inaugurar el congreso internacional.

Vargas fue el encargado de inaugurar el congreso internacional.Tjerk van der Meulen

Oriol Castro
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Denuncia un retroceso social sobre la percepción del trabajo de profesor. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

«Por un lado, creo que tiene que ver con el estatus de la profesión. Es un trabajo que ahora se ve como una segunda opción de carrera para muchos estudiantes, que quizás no tienen esta vocación. Y también tiene relación con la remuneración. En el 50% de los países del mundo, se paga menos a los docentes que a otros profesionales con las mismas calificaciones. Y eso también hace emigrar a los docentes de la profesión».

Parece que ahora todo el mundo se atreve a opinar sobre el trabajo de un profesor.

«Se debe al cambio y la transformación digital. Es decir, la idea de que cualquiera puede educar porque todos los contenidos están en la red y son accesibles. Y existe esta falsa creencia que ya no es necesario un docente».

¿Cuándo lo es más que nunca?

«Sí, eso es lo que defendemos desde la Unesco. El rol del docente es insustituible. Justamente ahora con la proliferación de información falsifica. El papel del docente es enseñar a pensar al alumnado. Son competencias también relacionales, sobre cómo convivimos e interactuamos con el mundo. Estas cosas no las puedes aprender en internet. Se aprenden estando con los otros».

¿En este sentido, cuál tiene que ser el papel de la IA en las aulas?

«Mucha gente la ve como la panacea de la educación. Yo lo veo como una herramienta. Hace años había miedo a los ordenadores en el aula. Y en el siglo XV en la imprenta. Actualmente, si nos mantenemos firmes en el propósito que creemos que tiene que tener la educación y la utilizamos para eso, no hay ningún problema».

¿En qué casos sería positivo utilizarla?

«Para hacer un plan de clases, para desarrollar un currículum. El problema es si la utilizamos reiteradamente para hacer los trabajos clave en la educación, cómo corregir exámenes».

¿Por qué?

«Porque entonces perdemos las competencias de los profesores para contextualizar su clase en base al conocimiento de sus alumnos. Sobre quién son, qué necesidades tienen, de dónde vienen, etc. Eso no te lo puede dar ningún ordenador».

Formación de identidades

¿Ante este escenario, cuál es el estado de salud de la educación a nivel global?

«La educación hoy en día está pensada como una fábrica de certificados. Evidentemente, el papel de la calificación, de capacitar para un trabajo, es muy importante en la educación. Pero olvidamos que el propósito de la educación no es sólo eso. Me parece mucho más importante la socialización, la subjectivación. La formación de identidades. Cuando alguien piensa en qué grado estudiará, el primer pensamiento es sobre el trabajo que podrá tener».

Usted también reclama una mayor inclusión del profesorado en la toma de decisiones. ¿Cómo se articula eso?

«Es sencillo. En educación, cualquier cambio que se haga afecta al profesorado. Si modificas el currículum, la evaluación, los horarios. Todo. No sólo por sus condiciones de trabajo, sino porque también tienen mucho a aportar. Y seguimos asistiendo a reformas educativas que se hacen sin los profesores, y que por eso no tienen éxito».

¿Se escucha más a otros sectores implicados, como los padres y madres?

Puede ser. Se obedece más a criterios políticos. Unos compañeros míos de la Unesco hicieron un estudio y concluyeron que la duración media en el cargo de un ministro de Educación en todo el mundo es de dos años. Si cada dos años cambia la visión y se quiere reinventar la educación, no avanzamos».

¿Cómo tiene que ser entonces la relación entre la educación y la política?

«El Estado tiene que dirigir los procesos y los tiene que liderar. La educación es eminentemente política. Pero lo tiene que abrir a un colectivo como el profesorado que lo pueda sostener, más allá de los cambios políticos que pueda haber. Los docentes son nuestro cable en el suelo, quién da las claves de las realidades que se viven en las aulas. La educación siempre se intenta adaptar a los cambios, pero el ritmo es muy lento. Y ahora con los cambios tecnológicos todavía más. Por eso el debate sobre la educación es una cuestión social».

Tarragona, el nuevo punto de referencia

La URV acogió esta semana por primera vez el congreso WFATE, que trata sobre prácticas educativas relacionadas con la formación del profesorado a nivel global. «Hay problemas comunes sea cuál sea el país. El intercambio de prácticas es muy rico y nos ayuda, expresa Carlos Vargas
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