Patrimonio
¿Qué es Ca l'Ardiaca? Descubre la historia oculta del palacio medieval de Tarragona
De residencia eclesiástica a institución benéfica: el legado arquitectónico e histórico de uno de los edificios más emblemáticos de Tarragona

Imagen del estado del edificio de Casa el Arcediano antes de la Instalación de la estructura que apuntala y tapa el edificio
Ca l'Ardiaca, uno de los edificios históricos más emblemáticos de Tarragona, ha sido declarado recientemente Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) por la Generalitat de Catalunya. Esta declaración llega en un momento crítico, ya que el inmueble se encuentra en un estado de conservación preocupante, con daños estructurales que amenazan su integridad.
Construido entre los siglos XIII y XIV, Ca l'Ardiaca ha tenido un papel fundamental en la historia de la ciudad. Originalmente, fue la residencia del arcediano mayor de la catedral de Tarragona, una figura eclesiástica de gran relevancia en la administración de la diócesis. El edificio también ha acogido diferentes usos a lo largo de los siglos, incluyendo funciones administrativas y culturales relacionadas con la gestión del patrimonio eclesiástico. Además, en un momento de su historia, albergó la Casa de Pia Almoina, una institución benéfica dedicada a la ayuda a los más necesidad hecho que le ha dado uno de los nombres por los que se le conoce.

Tarragona
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El siglo XIX, en los bajos, había el taller del escultor estatuario Bernard Verderol, el cual se convirtió, en razón de la afluencia de literatos, músicos, poetas, etc., en el ateneo tarraconense de la clase obrera. Después fue sede del Museo Molas, que acabó trasladándose a la Casa Castellarnau, en la calle Cavallers. En 2012 se aprobó un plan para convertir el edificio en un hotel de lujo, cosa que, de momento, nunca se ha acabado llevando a cabo.
El edificio consta de planta baja, planta noble, altillos a diferentes alturas, cubiertas y terrazas. El patio es el elemento principal en torno al cual giran el resto de estancias, y presenta en su interior una escalera de dos tramos. La planta baja muestra toda una serie de arcos apuntados y rebajados. La fachada que da en el Pla de la Seu tiene una tipología constructiva diferenciada: mientras que la planta baja está construida con sillares de tamaño media, las plantas superiores son de tapia, con estructuras de piedra sólo en las esquinas, ventanas y ventanales.

Vista de Casa el Arcediano en diciembre de 1981.
En la planta baja se abren diferentes puertas con arco redondo y una de arco apuntado con el escudo heráldico de Arnau de Montoliu (1312-1327). A la altura de la primera planta se observan tres ventanales góticos, dos de los cuales están rebozados y enmascarados por reformas posteriores. La puerta de acceso principal está situada en la fachada que da en la catedral, con un arco redondo, y en la primera planta se encuentran tres ventanas enmarcadas con elementos lobulados, una de las cuales se reconvirtió en balcón en una reforma posterior.
Su estilo arquitectónico refleja las características de los palacios urbanos medievales, con un patio interior y varias estancias nobles que conservan elementos decorativos de época. No obstante, la falta de mantenimiento en las últimas décadas ha agravado el deterioro de su estructura, hasta el punto que el Ayuntamiento y la Generalitat tuvo que intervenir de urgencia para evitar daños irreversibles.
La declaración de BCIN supone un paso clave para garantizar la preservación de Ca l'Ardiaca, permitiendo que se destinen recursos específicos para su restauración. Con este reconocimiento, se busca proteger este legado histórico y asegurar que pueda seguir siendo un testimonio de la historia de Tarragona para las futuras generaciones.