Diari Més
Isabel Morales

Presidenta de la comisión MASC y Justícia Restaurativa del ICAT

Entrevista

Isabel Morales: «La nueva Ley de eficiencia de la Justicia refuerza que el primer camino no tiene que ser necesariamente el del litigio»

La presidenta de la comisión MASC y Justícia Restaurativa del ICAT es optimista con la legislación que arranca esta semana y que tiene que evitar que muchos casos civiles y mercantiles lleguen al juzgado

Isabel Morales es optimista con la nueva ley, aunque es consciente de que comporta muchos retos

Isabel Morales es optimista con la nueva ley, aunque es consciente de que comporta muchos retosICAT/ARI LUCENA

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Tarragona

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El tres de abril entra en vigor la nueva Ley de Eficiencia del Servicio Público de la Justicia, un texto que apuesta por un cambio de paradigma a la hora de tratar muchos casos, sobre todo de derecho civil y mercantil. Así, desde ahora, habrá que afrontar una fase inicial de Métodos Adecuados de Solución de Controversias (MASC) antes de entrar en el juzgado. El Ilustre Colegio de Abogados de Tarragona (ICAT) cuenta con una comisión presidida por Isabel Morales para gestionar la aplicación de la ley y colaborar con los abogados.

Hay mucho optimismo con la nueva ley. ¿Está justificado?

«Entre los que ya hacen camino en la mediación hay optimismo, porque se potencian los métodos alternativos de solución de conflictos y se nos dice que no vamos a litigar a la primera. Además, ya desde 2002, se trabaja en este ámbito a nivel europeo (con el Libro Verde sobre Modalidades Alternativas de Resolución de Conflictos). La esencia es como gestionar una cosa innata a la humanidad, que es el conflicto. Hasta ahora la forma de solucionar conflictos se ha planteado, por parte del sistema de Justicia, desde una perspectiva meramente técnica, aplicando el Derecho, y por eso, la mirada de un abogado muy técnico, puede resultar más escéptica».

Entiendo que la mediación requerirá una atención diversa por parte de los profesionales

«Yo no veo más dificultades en la mediación o la conciliación, pero sí que requieren dedicación. La clave de su éxito es que, si se hace bien, descongestionaremos los juzgados y podremos disponer de una mejor calidad de la justicia para tratar aquellos casos con unas necesidades más exigentes a nivel técnico que ahora se ven comprometidos por el resto».

¿A partir de ahora en todo habrá mediación?

«No en todo se puede mediar. La ley habla de una respuesta ‘adecuada’, alternativa, y, a pesar de que eso de adecuada no se menciona en la normativa europea, entiendo que el legislador español ha querido añadir un toque de calidad. El abogado tendrá que estudiar qué necesita al cliente y de qué manera puede acompañarlo de una manera eficaz, técnica y sin que el camino afecte a la posibilidad de acabar yendo a litigio. Y eso es un servicio de calidad».

Eso cambiará también la imagen que el ciudadano tiene del abogado...

«El cambio tendría que ser que el ciudadano no vea al abogado sólo para litigar, sino como un apoyo para resolver un problema. El papel del abogado asesor no cambia, pero la nueva ley dice que el primer camino no tiene que ser necesariamente el del litigio. A veces quizás sí, pero otros no».

Un acuerdo siempre implica ceder alguna cosa. ¿Cómo afectará si se llega a juicio?

Este es el gran tema y a nosotros se nos abre un doble trabajo, porque habrá que hacer las cosas bien hechas para llegar a un acuerdo de buena fe, pero también tendremos que hacer el trabajo bien hecho por si acabamos a litigio. La ley habla de que se tiene que partir de un principio de buena fe y limita el abuso del sistema. Como abogados, esta ley nos abre la puerta a ser todavía mucho más técnicos, a pulir conductas y a intentar ofrecer al cliente un mejor servicio sin perder de vista que el litigio seguirá siendo una opción, pero habrá que llegar de una manera mucho más técnica y aseada».

¿Cuando se habla de liberar peso a los juzgados, en qué horizonte se está pensando?

«El horizonte es que los conflictos se resuelvan sin entrar. Muchos temas se podrían resolver antes y, de hecho, se resuelven en las puertas del juicio; por lo tanto, si podemos resolver casos en los pasillos, podemos hacerlo antes y ahorrar recursos humanos y técnicos para dedicarlos a otros. La ley nos viene a decir que lo que ahora se resuelve en los pasillos ya no tendría ni que entrar en los juzgados».

Lo que parece claro es que la nueva ley da un papel más activo al ciudadano.

«Totalmente. Ahora estamos acostumbrados a que nos den la solución a través de la sentencia. Tanto si me dan la razón o no, el ciudadano casi no interviene. En cambio, ahora se tendrá que participar de la solución, tendrás que ofrecer, aceptar o rechazar, más o menos según el método escogido, y se tendrá que ser más proactivo».

En el fondo, todo dependerá del asesoramiento recibido...

«Por eso el abogado es tan importante. Tenemos la clave para hacer ver al ciudadano otra manera de resolver conflictos».

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