Un abuelo de sólo 30 años

Si paseas por la Rambla Nova de Tarragona, siempre te encontrarás con el Avi Virgili, sentado tranquilamente en un banco, observando el paso de la gente como si fuera un tarraconense más. Esta emblemática escultura, que se ha convertido en parte del paisaje cotidiano de la ciudad, está a punto de celebrar un aniversario especial: el próximo 5 de mayo se cumplirán 30 años desde su inauguración, que tuvo lugar el 5 de mayo de 1995.

La estatua del Avi Virgili, situado en la Rambla Nova, es un homenaje a Josep-Pau Virgili i Sanromà (1895-1993), un impresor y bibliófilo tarraconense muy querido en la ciudad. La escultura de bronce, obra del artista Josep Agustí, representa a Virgili sentado tranquilamente en un banco, observando el paso de los peatones.

Durante su vida, el Avi Virgili fue conocido por su tarea como linotipista y por sus paseos diarias por la ciudad, a menudo sentándose en la Plaza de la Font. Su figura se ha convertido en un símbolo de la sabiduría y la tranquilidad de los abuelos de Tarragona.

El año pasado, la estatua fue testigo de la suerte en la ciudad, ya que la administración de lotería situada en la Rambla Nova, cerca de la escultura, ha repartido premios importantes en el sorteo de Navidad. Esta coincidencia ha hecho que algunos vecinos consideren al Avi Virgili como un amuleto de la buena suerte.