Política
En Comú Podem denuncia una ZBE insuficiente y aplazada hasta el 2027
El grupo municipal critica la falta de ambición del gobierno del PSC y denuncia que el aplazamiento de las sanciones hasta el 2027 responde a motivos electoralistas

Imagen de los concejales de ECP en el Ayuntamiento de Tarragona
La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Tarragona podría haber sido una oportunidad para mejorar la calidad del aire y hacer de la ciudad un espacio más saludable y sostenible. No obstante, el gobierno municipal ha optado por una versión descafeinada, llena de excepciones y sin una ambición real para reducir la contaminación, según denuncia En Comú Podem Tarragona.
El grupo municipal ha intentado enmendar la propuesta presentando más de 15 modificaciones, pero el único cambio aceptado ha sido que la definición de la ZBE se haga por pleno municipal y no por decreto de alcaldía. Como respuesta, En Comú Podem ha decidido abstenerse en la votación.
Jordi Collado, portavoz de la formación, ha manifestado su decepción: «No podemos votar en contra de una medida así, pero es tan floja que prácticamente no tendrá ningún efecto». Además, ha criticado la falta de valentía del gobierno del PSC, afirmando que la ZBE presentada «está diseñada para cumplir el expediente delante de Europa y evitar sanciones, no para mejorar la calidad del aire. Está tan débil y llena de excepciones que no tendrá ningún impacto real sobre la contaminación».
Una ZBE sin efectos reales y acondicionada por el calendario electoral
La contaminación en Tarragona es un problema grave que afecta a la salud de la ciudadanía, especialmente de los colectivos más vulnerables. Mientras otras ciudades europeas adoptan medidas valientes para reducir las emisiones, Tarragona se mantiene en la inacción.
Según el consejero de En Comú Podem, Toni Carmona, el aplazamiento de las sanciones hasta el 2027 o principios del 2028 responde a un interés electoralista: «El gobierno ha optado por sacar la pelota adelante para no asumir costes políticos antes de las elecciones municipales. En vez de tomar decisiones valientes para mejorar la ciudad, han hecho un ejercicio de tacticismo electoral que impedirá que la ZBE sea efectiva en este mandato».
Tarragona no puede seguir aplazando los cambios necesarios para una movilidad sostenible. La ZBE tendría que ser una herramienta para garantizar un aire más neto y fomentar el transporte público, pero el gobierno del PSC ha optado por una versión inefectiva y retardada en el tiempo, evitando cualquier medida que pueda generar polémica antes de los comicios.
Una estrategia de movilidad sin rumbo
En Común Podemos también denuncia la falta de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), hecho que impide tener una estrategia clara y coherente para mejorar la movilidad de la ciudad. Además, la renovación de la flota de autobuses avanza muy lentamente, mientras que el EMT necesita más inversión y atención como servicio esencial.
Por otra parte, el servicio de bicicletas y patinetes, según el grupo municipal, está diseñado pensando en los turistas y con tarifas elevadas, en lugar de integrarse como una opción de movilidad diaria para los residentes. Además, la política de aparcamientos tampoco responde a una estrategia global que fomente un modelo de ciudad sostenible.
Un proyecto de ciudad más ambicioso y sostenible
En Comú Podem Tarragona considera que esta es una nueva oportunidad perdida para transformar la ciudad en clave de futuro. La transición ecológica no puede estar supeditada a cálculos políticos ni a medidas cosméticas, sino que requiere voluntad, determinación y compromiso real con la salud pública y la sostenibilidad.
«Los tarraconenses y tarraconenses merecen un aire más limpio y un modelo de movilidad sostenible. Esta ZBE no lo garantizará», ha concluido Carmona.