Cultura
Santa Tecla, una víctima más del patriarcado
El libro ‘Martiris de santes del primer cristianisme’ recoge los relatos de trece mártires y aporta una visión de género

Imagen de la procesión del Braç de Santa Tecla, que se celebra cada año durante el día de la patrona.
Santa Tecla, es, sin duda, una figura adorada por los tarraconenses. Si bien no todos son comparten su fe, la mayoría son devotos de su fiesta, que cada septiembre llena la ciudad de colores, música y fervor. Sin embargo, ¿qué sabemos realmente de la santa mártir que se convirtió en la patrona de la ciudad?
Su historia ha pasado de manuscrito a manuscrito, de boca en boca y de generación en generación, transformándose con el tiempo y dando lugar a varias versiones sobre su vida y su final. ¿Y si, más allá de su martirio, Tecla hubiera sido también víctima de la misma fe que la convirtió en icono?
Esta perspectiva, junto con la de otras mártires femeninas, se explora en el libro Martiris de santes del primer cristianisme, un estudio realizado por Ángel Narro, y Álvaro Ibáñez, profesores de Filología Clásica en la Universidad de Valencia y la Universidad de Granada respectivamente.
Esta recopilación analiza los textos más antiguos sobre trece santas, incluida Santa Tecla. La obra traduce por primera vez al castellano estos relatos, acercándolos a un público no especializado y ofreciendo una visión centrada en aquellos aspectos que diferencian el trato de la santidad femenina con respecto a la masculina.
«Las traducciones van evolucionando y a medida que pasan los siglos nos encontramos diferentes versiones. Es un terreno muy problemático, porque hay muchísima contaminación. Existe, incluso, una cierta tendencia a la homogeneización de historias, y los elementos de un relato acaban apareciendo en otros», explica Narro.
En el caso de Santa Tecla, la documentación más antigua la sitúa en el siglo II d.C., destacándose como la primera mártir cristiana conocida. El relato original, explica Narro, narra su conversión al cristianismo después de escuchar la predicación de Sant Pau y las diferentes torturas a las que sobrevivió de forma milagrosa.
Pero lo que es más sorprendente, señala, es como su final ha variado a lo largo de los siglos. «La versión más conocida, sobre todo en Tarragona, explica que la santa se refugió en una cueva que se hundió, dejando únicamente su brazo. En otras traducciones, sin embargo, se dice que desapareció en una especie de agujero abierto milagrosamente en el suelo para protegerla de un intento de violación. Otras versiones afirman que se desplazó hasta Roma, donde vivió hasta una edad avanzada y murió en paz», apunta.
Esta evolución de su historia se ve reflejada en la Tarragona medieval, cuando la ciudad adoptó su culto e incorporó la famosa reliquia del Braç de Santa Tecla. «Las traducciones primitivas no hacen referencia a su tumba ni ningún tipo de reliquias originales, por lo tanto, es probable que estas sean una invención de la edad media», explica Narro
Una perspectiva de género
El estudio también pone de manifiesto cómo la representación de las mártires femeninas a menudo se ha centrado en su belleza y en su condición de «novia de Cristo», reflejando los roles de género impuestos por la sociedad de la época.
«Se repiten muchos patrones como la virginidad y la pureza», explica el autor. Asimismo, sus martirios solían incluir violencia contra su cuerpo y su feminidad. «Un claro ejemplo es Santa Àgata, a quien según la leyenda le cortaron los pechos», dice.