Sociedad
La AFA de la escuela Marcel·lí Domingo de Tarragona reclama un mejor mantenimiento
La asociación denuncia que «no son lampistas» y reivindica más recursos para las escuelas públicas

Imagen de algunos de los desperfectos que sufre la escuela.
Las familias de la Escuela Marcel·lí Domingo denuncian las «carencias de mantenimiento» del centro y reclaman más recursos para las escuelas públicas. Una reivindicación de que la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) llevó al Desfile de Carnaval de Sant Pere i Sant Pau el pasado fin de semana, donde alumnos y padres desfilaron trajes de Mario y Luigi, dos conocidos lampistas del mundo de los videojuegos. «Menos excusas, más inversiones» y «la AFA no es una empresa de lampistas», son algunos de los mensajes que llenaban las pancartas con las que se marchaban.
«Ya tenemos bastante trabajo gestionando los comedores y las extraescolares, como para encima, tener que hacernos cargo del mantenimiento del centro», afirma Esteve Torres, presidente de la AFA. Este año, explica, la escuela celebra 40 años, y aunque «no se cae a trozos», el edificio «sufre carencias que, después de cuatro décadas, no pueden ser ignoradas». Torres explica que, si bien en los últimos años el Ayuntamiento ha dado respuesta a algunas demandas, muchas han quedado desatendidas.
De hecho, afirma, la asociación ha tenido que tomar la iniciativa y hacer tareas que no le corresponden, como la pintura de aulas o la instalación de equipamientos en el patio. «Hace un par de años, un grupo de padres voluntarios pintó las aulas de infantil y ciclo inicial. Ahora hemos montado unas mesas de picnic en el patio para que los niños desayunen», explica. Tanto la pintura como los bancos fueron adquiridos por el mismo centro, que asumió el coste.
Según el presidente, hace años que persiguen soluciones, pero se encuentran atrapados en un «bucle administrativo entre el Ayuntamiento y la Generalitat». «Sólo hemos recibido excusas y evasivas y al final sólo se hacen pequeñas reparaciones en vez de una inversión real. No pedimos solo un lavado de cara, sino mejoras estructurales necesarias», afirma Torres.
Esta petición, añade, la hacen en nombre de todos los centros educativos públicos de la ciudad. «Si a nosotros nos dicen que la escuela ya está bastante bien, no quiero imaginar cómo estarán las otras», lamenta el presidente. Por su parte, desde el Ayuntamiento aseguran que «se intenta dar el mejor servicio a todos los centros escolares municipales y solucionar todas las incidencias posibles», pero afirman que «ahora mismo no nos consta ninguna actuación pendiente».
«Evidentemente, no esperamos una transformación integral inmediata. Pero estaría bien poder ir reformando gradualmente el centro para resolver estas carencias», señala Torres. De momento, apunta, lo más urgente es la renovación de los lavabos de Infantil, que «hace años que no se encuentran en buenas condiciones».
Otra de las preocupaciones principales de los padres es el patio, donde la pista de fútbol presenta grietas y la pavimentación se encuentra en mal estado. «Las raíces de los árboles han levantado varias losas, entonces el terreno es irregular, lo que puede representar un peligro para los alumnos», expresa el presidente.