Un cuarto de siglo de resplandor: la Disfressa d'Or de Tarragona celebra 25 años

Es el año 1999 y Tarragona se prepara para disfrutar de uno de los grandes conciertos de Carnaval, el de Malú, la gran artista revelación de la temporada. Es el viernes y el ambiente es vibrante, la gente tiene ganas de fiesta.

Antes, sin embargo, bajo el entoldado de la plaza de la Font desfilan las representantes de las diferentes comparsas de la ciudad, mostrando sus trajes más espectaculares con la esperanza de ser escogidas la Disfressa d'Or. Aquel 12 de febrero, entre la fiesta y el desenfreno, nació una nueva tradición que este año cumple un cuarto de siglo.

En aquel momento, la competición, celebrada de manera improvisada y con un premio de 70.000 pesetas, se alejaba de las complejas coreografías y los elaborados disfraces que ahora caracterizan el espectáculo. Una gala que, 25 años después, está más que consolidada y se ha convertido en uno de los actos más emblemáticos del Carnaval de la ciudad. Este domingo, la Disfressa d'Or soplará las velas en el Recinto Ferial del Palacio de Congresos, un retorno accidentado pero nostálgico que llega después de diez años a la Tarraco Arena. Recuperará, además, sus antiguos tres pases.

Estos dos espacios, sin embargo, no han sido los únicos que han acogido el acontecimiento. Después de sus inicios en la plaza de la Font, la gala también pasó por el Teatro Metropol y el Tinglado del Port. Posteriormente, se trasladó al Recinto Ferial y, finalmente, en el 2015 se estableció en la Tarraco Arena, triplicando el aforo.

«El acto ha cambiado muchísimo pero la esencia es la misma», asegura Daniel Baelo, actual rey del Carnaval y miembro de la comparsa Disc 45, participando desde el primer año. «Recuerdo a la gente haciendo cola para comprar entradas y corriendo para conseguir un buen sitio», apunta.

La fórmula ganadora

El año pasado, la comparsa de Sant Salvador se llevó la victoria, como ya lo había hecho en el 2020. «No hay una fórmula mágica. Es una combinación de muchas cosas y, sobre todo, el resultado de creer en el proyecto», explica Baelo. «Lo más mágico, sin duda, es poder compartir espacio con las otras comparsas, ya que durante el desfile es complicado. Más allá de la rivalidad existe una hermandad muy fuerte», admite.

Laura Pérez, presidenta de Som i Serem, está de acuerdo. «Somos una familia, siempre nos ayudamos», explica. Como Disc 45, Som i Serem también ha vivido los inicios de la 'Disfressa’. «Tenía 7 años pero lo recuerdo perfectamente», asegura. Desde entonces la comparsa ha sido ganadora cuatro veces y el año pasado, se llevó el segundo premio. «Siempre se agradece que te reconozcan el trabajo hecho, que es muchísimo. Sólo diseñar el disfraz nos llevó cuatro meses», explica la presidenta.

El cambio de ubicación, provocado por un problema de disponibilidad, ha cogido por sorpresa a los participantes, pero no permitirán que un imprevisto afecte a su actuación. «Tres pases quiere decir disfrutar del escenario tres veces», afirma Paco Fiori, de Sinhus Sport. «No podemos hacer nada más que adaptarnos a la situación y ser profesionales. Nosotros tenemos muchas ganas de sacarlo adelante y así lo haremos», asegura.

Hacer 25 años no es un hito menor, y la gala de este domingo se prepara para ser una de las más especiales. El espacio quizás será más pequeño pero la fiesta será más grande que nunca, empezando por un primer premio que crece de los 800 a los 1.200 € y un segundo galardón que pasará de los 500 a los 800. Las comparsas, sin embargo, no serán las únicas premiadas, y es que este año el mejor disfraz entre el público también será reconocido.

Además, cada sesión tendrá un final diferente, manteniendo así el misterio en cada pase. «Tenemos unas comparsas maravillosas que hacen un trabajo increíble y preparan este espectáculo con mucha ilusión y afecto. Tengo muchas ganas de verlo», afirma la consejera de Cultura Sandra Ramos.