La Zona de Bajas Emisiones entrará en funcionamiento en Tarragona durante el mes de diciembre

Tarragona se prepara para la implementación de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El gobierno municipal trabaja para que esta pueda entrar en funcionamiento el 1 de diciembre de este 2025, a pesar de que, según apunta el ejecutivo socialista tienen margen hasta el día 31. Hace un mes, el Ayuntamiento adjudicó las obras para la puesta en marcha de la ZBE y, actualmente, la prioridad es aprobar la ordenanza que regulará su funcionamiento.

El gabinete de Rubén Viñuales ya tiene terminado el nuevo reglamento, que incorpora «el 85%» de las enmiendas que presentaron los grupos de la oposición contra el texto propuesto inicialmente por el gobierno municipal. La consejera de Movilidad, Sonia Orts, presentó ayer la propuesta final a los partidos en el marco de la comisión de estudio. La previsión es que la ordenanza se apruebe inicialmente en el pleno del mes de marzo y de forma definitiva «en abril o en mayo».

La edil asegura que ha quedado una normativa «limpia y precisa» después de las modificaciones realizadas y «el gran trabajo llevado a cabo por los equipos de la casa». Orts también remarca que el consistorio tarraconense «ha trabajado de la mano del Ayuntamiento de Reus» para que las ordenanzas de ambas ciudades «vayan en la misma línea». Por ejemplo, en Tarragona, el horario de aplicación de la ZBE también será los días laborables de 7 a 19 h.

La implementación se hará de forma gradual. De diciembre de 2025 a diciembre de 2026, todos los empadronados quedarán exentos de las restricciones de circulación. Durante este primer año, el Ayuntamiento se centrará en desarrollar una campaña de «información, pedagogía y sensibilización». 

A partir del 2027, sólo tendrán libre acceso a la ZBE las bicicletas, los vehículos de movilidad personal y los que dispongan de distintivo ambiental 0, ECO, C y B. Ahora bien, a partir de 2028, el Ayuntamiento tendrá que incorporar restricciones para los que tengan la etiqueta B.

Orts explica que se creará un registro municipal para controlar los vehículos que tienen restricciones de entrada a la ZBE, pero que cumplen las condiciones para obtener una autorización excepcional. Para poder circular dentro de la zona delimitada, los propietarios se tendrán que inscribir en la lista que preparará el Ayuntamiento.

Por otra parte, la consejera destaca que las personas con rentas bajas quedarán exentas de multas: «No les haremos comprar un coche nuevo estando en situación de vulnerabilidad». La edil recuerda que este proyecto es importante para reducir las emisiones en la ciudad y dice que, los años posteriores a la implantación de la ZBE, se compararán resultados para comprobar las mejoras.

El consejero de Junts, Pep Manresa, celebra que «se han incorporado muchas de nuestras demandas». En este sentido, apunta que «el horario hasta las 19 h, permite mantener cierta dinamización comercial». También destaca que «la ZBE no supondrá un sobrecoste a las familias con rentas más bajas».

Por su parte, Maria Mercè Martorell (PP) se opone a cualquier acción que limite la movilidad de la ciudadanía: «El esfuerzo en la implantación de ZBE es tan grande que no se justifica y, además, generará mucha confusión entre los vecinos y vecinas y todo el mundo que visite Tarragona».

También se ha mostrado crítico con el gobierno el portavoz adjunto de ERC, Xavi Puig, quien asegura que «hacen lo mínimo, lo más tarde posible, fuera de este mandato y con tantas excepciones que probablemente no cambiará nada». «El rumbo de la ZBE es reducir la contaminación, pero Viñuales no tiene más rumbo que la recaudación».

Finalmente, Toni Carmona (ECP) cree que «ha faltado ambición» y que «el tamaño de la ZBE es conservador, no llega ni al 10% de la ciudad». El edil también cree que hay demasiadas excepciones: «Los coches con matrícula extranjera pueden venir y hacer lo que quieran».