Urbanismo
La Asociación Islámica de Bonavista construirá un nuevo centro de culto en el barrio
El equipo de gobierno prevé aprobar inicialmente la implantación del edificio en la calle 11 del barrio
La Asociación Islámica de Bonavista ha comprado el terreno para construir un nuevo centro de culto en el barrio. Se trata del edificio que anteriormente acogía la escuela de adultos, ubicado en el número 39 de la calle Onze. Este viernes, se prevé que la Junta de Gobierno Local apruebe inicialmente el plan especial para la implantación del nuevo centro, que sustituirá al actual, ubicado en el número 40 de la calle Cinc.
El presidente de la asociación, Hamidane Ajroud, ha explicado a Diari Més que la construcción del nuevo espacio es necesaria porque «el local actual se nos ha quedado pequeño». De hecho, se trata de una reclamación de la comunidad islámica que viene de hace años. «Ahora mismo tenemos unos bajos sin ventilación y es muy complicado hacer actividades», indica Ajroud sobre el espacio de la calle Cinc.
La comunidad islámica no sólo utiliza este centro para rezar, sino que también se organizan actividades para los más pequeños, así como clases de castellano para las mujeres. «Hace dos años tuvimos que suspender las clases precisamente porque el local no cumplía con la normativa», recalca.
Un edificio de dos plantas
El nuevo proyecto consiste en edificar el centro en un terreno ubicado en la calle Onze, concretamente en el número 39. En este espacio se encuentra un edificio de planta baja donde anteriormente había la escuela de adultos. «Queremos levantar una planta para tener un centro más grande, más bonito y que beneficie a todo el barrio, no solo a la comunidad islámica», defiende Ajroud.
El objetivo es que la planta baja sirva para hacer clases para niños y mujeres, con espacios de estudio, mesas y sillas. La planta superior, en cambio, se dedicará exclusivamente al culto y será un espacio diáfano. «Necesitamos un centro con luz natural y ventanas, que ahora mismo no tenemos», dice el presidente de la asociación.
Por otra parte, la entidad está abierta a compartir el nuevo centro con aquellas entidades sociales del barrio que lo necesiten. Un ejemplo es el comedor social de Joventut i Vida, ubicado justamente delante de donde se proyecta la construcción. «Si ellos van justos de espacios y a nosotros nos sobra, no tendremos ningún problema en cederlo. Estamos abiertos a colaborar con todo el mundo», añade Ajroud. En este sentido, subraya que «para nosotros es importante portarnos bien con el barrio, porque somos parte del barrio».
Una vez el Ayuntamiento apruebe inicialmente el Plan Especial para la implantación del centro de culto, la entidad reunirá el dinero para iniciar las obras. De hecho, hace una década que la comunidad estaba ahorrando para poder hacer frente a la compra del terreno.