El PSC suma 47.000 votos más en Tarragona y gana en la costa, el Baix Penedès y las Terres de l'Ebre
Los socialistas han sumado más de 120.000 votos y han transformado el mapa teñido de amarillo por los republicanos en los comicios de 2019
El PSC suma 47.000 votos más en Tarragona y gana en la costa, el Baix Penedès y las Terres de l'Ebre
El Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) se ha erigido en la primera fuerza más votada en Tarragona en las elecciones del pasado domingo y ha cambiado el amarillo de la hegemonía que ERC consiguió en las últimas elecciones del 10 de noviembre de 2019, cuando hizo suya la victoria en 151 de los 183 municipios de la provincia, por el rojo.
Con los 120.482 votos obtenidos en las urnas, los socialistas han más que doblado la segunda fuerza, ERC, que en esta ocasión ha retrocedido 10,55 puntos. Los socialistas han ganado 47.000 nuevos votos, es decir: uno de cada tres sufragios fueron para el PSC. Los socialistas, que en el 2019 ganaron sólo en municipios de costa del Tarragonès –Tarragona, Vila-seca, Salou, Creixell y Roda de Berà–, así como en Vespella y la Canonja, y en algunas localidades del Baix Penedès, son la primera fuerza más votada en todo el litoral tarraconense, desde Cunit hasta Alcanar. También lo son en las Terres de l'Ebre, en buena parte de la Terra Alta, en las localidades más pobladas de la Ribera d'Ebre, y han conseguido penetrar en municipios del interior del Baix Camp, en prácticamente todo el Baix Penedès y en el Alt Camp, así como bastiones republicanas, como la capital de la Conca de Barberà, Montblanc, donde ERC ha perdido cerca de seiscientos votos y ha quedado como segunda fuerza.
El avance socialista ha provocado también empates aritméticos –en número de votos y espacio porcentual– con ERC en cuatro poblaciones de comarcas de interior donde republicanos y juntaires resistían. Es el caso de Bellmunt del Priorat, Renau y Bràfim. En la Febró, donde Junts se alzó con la victoria en los últimos comicios generales, el empate ha sido a tres entre PSC, Junts y ERC.
El traslado del voto hacia uno de los dos bloques que, en estos comicios, representaban socialistas y populares, se ha traducido también en las comarcas tarraconenses en un importante avance del PP en el espacio político. Los populares han pasado de obtener el 7,76% de los votos en el 2019 al 13,87%, es decir, más de seis puntos porcentuales. Se han situado como tercera fuerza más votada y han recuperado un diputado por Tarragona. A pesar de eso, sólo han conseguido la victoria en el municipio prioratino del Lloar.
La pérdida de votos por parte del bloque independentista que encarna ERC, lo acusa de forma pronunciada Junts. En la demarcación de Tarragona, han alcanzado 40.593 votos, 10.587 menos que en el 2019, y su hegemonía se concentra en las poblaciones más septentrionales de la Conca de Barberà, en localidades pequeñas del Alt Camp, y en poblaciones como Colldejou, l'Aleixar y Riudoms, en el Baix Camp. Los juntaires, que en el 2019, se alzaron como primera fuerza en Arnes y Prat de Comte, sólo resisten esta vez en la primera localidad. De hecho, la candidatura encabezada por Josep Maria Cruset en la demarcación de Tarragona, ha pasado de ser el tercer partido más votado en los últimos comicios, a la quinta fuerza, por detrás de la formación liderada por Susana Díaz en Madrid y Félix Alonso en territorio tarraconense.
El fenómeno el cambio de voto en función de la contienda electoral que se produce en buena parte de los municipios, muestra uno de los ejemplos más paradigmáticos en Vila-seca, donde Pere Segura alcanzó una mayoría absoluta en las municipales y donde ahora, Junts, ha quedado relegada a quinta fuerza, con sólo 519 votos. Por el contrario, el bloque de derechas formado por Vox y PP ha quedado pisando los talones al PSC. De hecho, los ultraderechistas se han alzado como segunda fuerza en Vila-seca.
En el conjunto de Tarragona, Vox, que ha conseguido más de 6.000 votos con respecto a 2019, ha bajado un peldaño y se ha situado en sexta posición. No obstante, ha ampliado su espacio político en más de dos puntos en poblaciones como Valls o Calafell, e, incluso, en más de tres puntos porcentuales en otros, como Cunit.
La CUP protagoniza también la bajada del bloque independentista en la demarcación y acusa una importante sangría de votos. De los 21.858 alcanzados en la última contienda electoral, ha bajado hasta los 8.629. El único municipio donde obtiene una primera posición es la Vilella Alta, donde los cupaires ocupan la única alcaldía de toda la demarcación de Tarragona.