ERC y PSC marcan distancias entre ellos y Junts niega ningún pacto con los socialistas

Los candidatos del PSC y ERC a la alcaldía de Tarragona, Rubén Viñuales y Pau Ricomà, han marcado distancias ideológicas y de proyecto ante la posibilidad que los dos se acaben jugando la alcaldía de la ciudad el próximo 28-M. En el debate de candidatos de Tarragona organizado por ACN, Ricomà ha interpelado el alcaldable de Junts, Jordi Sendra, sobre un posible pacto entre su formación y los socialistas. «No hay ningún pacto hecho con el PSC», ha respondido Sendra. Los candidatos también han puesto de manifiesto las diferencias de modelo respecto a la actividad turística, el acceso a la vivienda y el desarrollo urbanístico. La alcaldable de Cs, Lorena de la Fuente, ha declinado participar en el debate pocas horas antes de celebrarse.

Con respecto a los pactos, a diferencia de Sendra, Viñuales no ha hecho ningún comentario sobre Junts. Ha excluido a VOX de acuerdos postelectorales y también se ha alejado de la CUP, reclamando que los anticapitalistas sean «más amables y cordiales». También ha calificado a los republicanos de tener un «estilo cupaire». Ricomà ha marcado distancia con los socialistas en cuestiones como el POUM, y les ha reprochado que este mandato han estado «bloqueando de manera sistemática» iniciativas del gobierno, aunque no ha puesto líneas rojas a ninguna otra formación.

Por su parte, Sendra ha apuntado que quiere un gobierno «estable», que pueda tomar decisiones sin depender de las asambleas de los partidos». Más concretamente, ha dicho que «le preocupa el pasado» de Viñuales en Ciutadans y ha lamentado que ERC «haya abandonado la lucha» de la independencia. «Si hace falta Rubén Viñuales me hará alcalde», ha lanzado.

Por otra parte, la candidata del PP, Maria Mercè Martorell, ha insistido en que los acuerdos tienen que ser «estables» y se ha mostrado abierta a hablar con todo el mundo. «Quizás no con pactos, pero sí en acuerdos puntuales», ha matizado, «manteniendo cada uno su ideología», ha añadido. El alcaldable de En Comú Podem, Jordi Collado, sí que ha puesto el límite en los partidos que están «a la derecha» y ha lamentado la «incapacidad» de generar «grandes consensos». En este sentido, ha señalado la necesidad de «huir» de «minorías absolutas».

La alcaldable de la CUP, Eva Miguel, ha pedido a las otras formaciones que no se acepten los votos de VOX para conseguir la alcaldía y ha exigido un «muro contra el extremaderecha». También ha insistido en que no pactarán con ningún «partido del 155», ni permitirán que la «lista de Inipro vuelva a gobernar la ciudad». Finalmente, la cabeza de lista de Sí Tarragona – Ara Pacte Local, Mar Giné, ha dicho que no se «casarán» con «partidos que gobiernan en Madrid y en Cataluña». Sin embargo, se ha limitado a decir que Tarragona «necesita estabilidad» y que tiene «que evolucionar».

La seguridad en la química, mejorable

Sobre la relación de la ciudad con la petroquímica, todos han coincidido en qué después del accidente de IQOXE en enero de 2020, hubo un antes y un después. Todos excepto ERC, han insistido en la necesidad de velar por una mayor seguridad y control en la petroquímica. La seguridad es «muy mejorable», ha valorado Viñuales, y ha reclamado más inspecciones en la industria. Sendra ha pedido «mejoras» en las instalaciones, mientras que Collado ha señalado que hay que incidir, sobre todo, en las empresas más pequeñas.

La alcaldable del PP ha recordado que la competencia en seguridad es de la Generalitat y la número uno de la CUP ha denunciado la «permisividad» de las administraciones públicas hacia la industria química. Giné ha lamentado que el Ayuntamiento de Tarragona «se pase la patata caliente» en el ámbito de la seguridad con el ejecutivo catalán. En cambio, Ricomà ha insistido en su «liderazgo» como alcalde respecto a la exigencia de seguridad, haciendo volver la gestión del Plaseqta en el territorio.

El actual alcalde también ha sacado pecho de los simulacros que se han hecho el último año en materia de riesgo químico apuntando que el 90% de la población ha participado. Una cifra que ha puesto en duda el de En Comú Podem: «Si bajamos a la escalera de vecinos de mi madre, el 90% no lo controla». Sobre esta cuestión, la candidata de Sí Tarragona ha comentado que en caso de accidente químico, los tarraconenses no tienen «garantizada» la «información» y la «transparencia».

Los candidatos también han abordado el futuro del complejo industrial químico. La CUP y En Comú Podem se han mostrado en contra del Valle del Hidrógeno Verde. Collado ha apuntado que todavía no se sabe si el hidrógeno será la energía «del futuro», mientras que el anticapitalista ha calificado de «greenwashing» la apuesta por el hidrógeno verde.

En cambio, el alcaldable del PSC, el de ERC y el de Junts han defendido el proyecto del Valle del Hidrógeno de Cataluña. El socialista ha lamentado que el principal escollo es la implementación de las energías renovables y ha asegurado que en Cataluña sólo se ha puesto «un molino en diez años». Ricomà ha sido tajante: «o apostamos a favor de la descarbonización porque pensamos que tiene componentes positivos, o dejamos una reconversión dura».

Dentro del bloque de la industria química, tanto Viñuales como Sendra se han referido a los ingresos de la química que Tarragona dejará de cobrar en el próximo mandato, después del acuerdo con la Canonja cuando se independizó de la capital tarraconense el año 2010. Sendra ha clamado para «mirar hacia adelante», aunque ha dicho que «quizás» no fue un «buen acuerdo». El del PSC ha apuntado que la ciudad sólo se lleva «las cosas negativas» y ha pedido un reparto «mucho más justo» del dinero.

Crecimiento urbanístico

En el segundo bloque del debate, se ha tratado el desarrollo urbanístico de la ciudad y el modelo turístico, el cual ha dividido a los partidos. En primer lugar y en materia urbanística, Ricomà ha cargado contra los socialistas a quienes ha acusado de no ejecutar planes de vivienda cuando gobernaban. Ha señalado que desde que los republicanos están en el gobierno han generado vivienda social. «El POUM tiene que ir cubriendo los espacios vacíos de la ciudad desde el centro y conectando los barrios, y hacia Llevant; tenemos que proteger y ampliar la Anilla Verde», ha dicho. En cambio, Viñuales ha defendido que la ciudad tiene que evitar un urbanismo «clasista» y ha indicado que el proyecto de Terres Cavades tiene «mucho terrenos abonados» para construir. «La Anilla Verde se tiene que cuidar, Ponent tiene que crecer de manera más sostenible y de forma más dignificada», ha subrayado.

Para Jordi Sendra los ciudadanos tienen que poder vivir donde quieran y no se tiene que limitar el crecimiento urbanístico. «No defiendo un urbanismo chapucero, se tiene que poder reurbanizar los espacios que ayudarían a rebajar precios de compra y alquiler», ha dicho. Por su parte, Maria Mercè Martorell ha apostado por un crecimiento homogéneo de la ciudad, que sea «sostenible y de forma controlada» hacia la zona de Llevant. Ha considerado que la zona de Ponent está «tensada». Collado se ha mostrado partidario de «religar» los barrios, proteger la Anilla Verde y desarrollar la Horta Gran.

Finalmente, Mar Giné ha afirmado que en la ciudad hay pisos «caros, vacíos y degradados» y que desde su formación apuestan por incentivar ayudas para rehabilitar viviendas. «Se tienen que estudiar los planes de mejora y hacia donde tiene que crecer la ciudad, no somos partidarios de poner viviendas al lado de la química por seguridad», ha dicho. Giné ha criticado que durante este mandato «no se han hecho los deberes» en el planeamiento urbanístico y ha lamentado que hay parques y zonas verdes, como el del Milacle, poco cuidados.

Presión turística

El modelo turístico ha centrado buena parte del debate. En su intervención, Ricomà ha negado que durante el mandato haya favorecido la proliferación de pisos turísticos en la ciudad. El republicano ha discrepado de otras formaciones sobre la afectación del turismo en la ciudad y ha considerado que tiene un impacto similar al de otras grandes ciudades. «Estamos trabajando con el plan especial que nos tiene que permitir hacer la moratoria de las viviendas de uso turísticas- dentro del POUM-», ha añadido. Una medida que también han reclamado desde la CUP.

Eva Miguel ha sido mucho más crítica y ha puesto encima de la mesa las cifras de viviendas, publicadas por el Gobierno. Así, ha destacado que en 2021 había 1.464 pisos destinados a políticas sociales y 1.891 en pisos turísticos. «Es un dato lo bastante relevante para alarmarnos; todas las rehabilitaciones de pisos se destinan a viviendas de uso turístico», ha denunciado la cupaire. Miguel ha afirmado que la ciudad tiene un problema «grave de presión turística». Ha opinado que se tiene que detener que la Part Alt se convierta en un «parque completamente temático» que expulse a los vecinos.

Jordi Collado también se ha mostrado partidario de hacer una moratoria, aunque ha asegurado que él no es «turismofórico». En este sentido, ha reclamado que haya una regulación del turismo y, especialmente, de las viviendas de uso turístico en la ciudad. En cambio, Rubén Viñuales ha negado que Tarragona sufra presión turística y ha remarcado que se trata de una visión muy barcelonesa. Comparte opinión, la popular que ha remarcado que la ciudad no sufre esta problemática.

El candidato de Junts ha apostado por un turismo de cruceros de «calidad y sostenibles» y ha destacado que Tarragona no es como Salou o Barcelona. La alcaldable Giné también se ha mostrado partidaria del turismo, pero ha señalado que hace falta una regulación de los pisos de uso turísticos.

En el debate, Pau Ricomà también ha pedido al resto de candidatos hacer un frente común para reclamar que el tercer hilo sea para el transporte de pasajeros y el de mercancías pase por el interior. La mayoría de los candidatos han apostado por exigir una solución definitiva para que las mercancías no pasen más por la línea de la costa.