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Infancia

Más de 390 niños de Tarragona están en situación de riesgo grave o desamparo

De estos, un total de 172 niños y adolescentes del municipio de Tarragona se encuentran actualmente bajo la tutela de la DGAIA

Durant els 35 anys que porta actiu, l'EAIA ha treballat en 3.189 casos d'infants en situació de risc.

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Puede parecer obvio que los padres tienen la obligación de cuidar, alimentar y educar a sus hijos, para que estos se desarrollen en el mejor ambiente familiar posible. Por desgracia, no todos los progenitores son capaces de cumplir estos deberes. Más de 390 niños y adolescentes de la ciudad de Tarragona se encuentran en situación de riesgo grave o desamparo, según datos del Equipo de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA), actualizados el 5 de mayo. De estos, 172 están actualmente bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA).

«Se consideran desamparados los niños o los adolescentes que se encuentran en una situación en que les faltan los elementos básicos para el desarrollo integral de la personalidad, siempre que para su protección efectiva haya que aplicar una medida que implique la separación del núcleo familiar». Esta es la definición de lo que se considera desemparo en la Ley 14/2010, del 27 de mayo, de los derechos y las oportunidades en la infancia y la adolescencia. En el artículo 105 se ponen como ejemplo situaciones de abandono, maltratos o abusos sexuales, entre otros.

Desde 1988, la DGAIA tiene las competencias en materia de tutelas y guardas de niños en Cataluña. Estas, cuentan con diferentes equipos técnicos especializados, los EAIA, que dependen también de los entes locales o comarcales. En la ciudad, hay uno, que se encarga de hacer los informes y resoluciones de los casos que los derivan. Eso sí, la Generalitat siempre tiene la última palabra. Según explica la coordinadora del EAIA de Tarragona, los casos llegan a la DGAIA, ya sea por la denuncia de un centro escolar o por una llamada al teléfono de la infancia (116 111), que se puede hacer de forma anónima.

Seguidamente, la DGAIA hace un cribado para decidir si este caso se deriva a Servicios Sociales o al Equipo de Atención a la Infancia y la Adolescencia, que durante los últimos 35 años ha trabajado con 3.189 niños. El EAIA puede abrir un expediente de riesgo grave. En estas situaciones, lo que se intenta es mantener al niño en su entorno y trabajar con los padres, a los cuales se les hace llegar un documento, conocido como Compromisos Socioeducativos, en los que se expone claramente la gravedad del asunto y se les explica algunos recursos de los que disponen para minimizar los problemas que tienen en el núcleo familiar. Además, se planifica un calendario de citas y visitas y la familia cuenta con el apoyo de una educadora y una terapeuta. En la actualidad, hay 135 expedientes de riesgo grave abiertos. Desde el EAIA aseguran que la intención de la Generalitat es ir minimizando cada vez más los casos en los que se retira la tutela a los padres.

Por otra parte, hay 83 niños con expedientes de desamparo. En estos casos, el EAIA se encarga de estudiar, de manera interdisciplinaria, la situación del niño para acabar elaborando un informe donde se indicará qué es lo mejor para él. En caso de duda, siempre se prioriza la protección del niño. Algunos de estos estarán separados, de forma temporal y revisable, de sus padres y pasarán a estar bajo la tutela de la DGAIA. Actualmente, hay 172 expedientes de este tipo abiertos.

Es importante remarcar que, cuando se comunica la retirada de la tutela a los padres, también se les pregunta si quieren recuperar a su hijo o hija –algunos lo descartan. Los padres que aceptan, reciben un plan de mejora para trabajar los puntos débiles que han provocado la suspensión de la tutela. Para acabar, están los expedientes de guarda (3), que son por casos muy excepcionales. Por ejemplo, cuando una madre tiene que ser operada de gravedad y sus hijos no se pueden quedar con nadie, entonces la DGAIA se encarga de guardarlos, pero la progenitora sigue siendo la tutora legal.

Cuando se retira la tutela de un hijo a sus padres, la DGAIA pone en marcha la medida de protección más adecuada para cada menor. La primera opción siempre es buscar dentro de la familia extensa, después de valorar que sean aptos. Si no, pueden acabar acogidos por una familia ajena. Las siguientes alternativas son los CRAE, centros de acogida (en casos de emergencia) o CREI (para niños a partir de 14 años con problemas de comportamiento. En Cataluña también existen centros terapéuticos para los niños con trastornos importantes. En situaciones extremas, donde pueda haber un divorcio, una ley de alejamiento, o casos de abusos o delincuencia por el medio, un juez puede imponer sus medidas.

Devolver a los hijos a los padres

Desde el EAIA afirman que las tutelas se revisan, como mínimo, una vez al año. Para ellos, el éxito está en poder devolver a los hijos a sus progenitores en condiciones. Muchos, sin embargo, no lo entienden y deciden amenazar e intimidar a los 17 profesionales que conforman el equipo. Aparte de los psicólogos, trabajadores sociales, pedagógicos y educadores, el EAIA cuenta con un asesor jurídico, ya que visitan constantemente los tribunales por los recursos que interponen a los padres que no están de acuerdo con la retirada de la tutela de su hijo. Eso no impide al EAIA trabajar, como desde el primer día, para dar respuesta a los niños en situación de riesgo o desamparo.

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