Diari Més

La Sala Trono celebra 20 años con un futuro incierto: «No sabemos si haremos 21»

El convenio con el Ayuntamiento de Tarragona caduca el año que viene y continúan sin local propio.

Joan Negrié

La Sala Trono celebra 20 años con un futuro incierto: «No sabemos si haremos 21»Arnau Martínez ACN

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En febrero de 2003 nacía la Sala Trono en un local de la Part Alta de Tarragona. Era el proyecto de la ya desaparecida compañía Trono Villegas para traer teatro de pequeño formato a la ciudad. Veinte años después, la sala continúa en activo, no sólo como espacio de exhibición, sino también como productora y organizadora de un festival de teatro internacional, el FITT.

Es una referencia en el panorama teatral catalán, y desde el 2018 ocupan el Teatro Metropol. Hace pocos meses, un informe técnico municipal los obligó a girar el escenario y sentar al público en platea. Además, el convenio con el ayuntamiento caduca el próximo año. «Celebramos 20 años sin saber si haremos 21», confiesa al director de la Trono, Joan Negrié. Además de organizar el Festival Internacional de Teatrede Tarragona (FITT), centrándose en las nuevas dramaturgias cada septiembre, la Trono ha producido más de una veintena de obras de directores reconocidos como Nelson Valente, Israel Solà, Juan Carlos Martel o Magda Puyo.

La sala también es un punto de encuentro para profesionales del sector. Ha dado trabajo a muchos jóvenes del territorio que han tenido la oportunidad de ocupar sitios de dirección, producción, comunicación o la parte de comunicación. «Hay un tejido, un grupo de personas que podemos hablar el mismo lenguaje», expresa el director. Uno de estos es el Marc Pinyol que accedió gracias a TornavísTeatre, un grupo amateur vinculado a la Trono.

Veinte años después, la Sala Tronosigue sin tener un local propio, un hecho que preocupa a sus responsables: «No tenemos una ubicación definitiva», recuerda el director. El convenio que les permite estar en el Teatro Metropol acaba el próximo año y todavía no se han sentado a negociar su futuro. «Cuesta mucho que los políticos crean en el proyecto», lamenta.

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